Los Ministerios de Hacienda y Fomento se reúnen hoy con seis entidades bancarias Los Ministerios de Hacienda y Fomento se reúnen hoy con los seis grandes bancos acreedores de las autopistas españolas en régimen de concurso de acreedores. El encuentro viene precedido de las conversaciones entre representantes de Fomento, Hacienda y Economía con Bruselas, donde se temía que la nacionalización de las vías fuese una subvención encubierta. La reunión de hoy busca concretar el proyecto de rescate de las nueve sociedades concesionales en quiebra, cuya deuda total asciende a 3.800 millones de euros, y que el Gobierno prevé aglutinar en una sociedad pública de autopistas. Bankia, Banco Sabadell, CaixaBank, Santander, BBVA, y Banco Popular son, junto con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), las principales entidades financieras acreedoras de las autopistas. En las últimas semanas estas entidades y el Ejecutivo acercaron posturas sobre la reestructuración que se prevé realizar al pasivo de las concesionarias de las vías, antes de que éstas pasen a conformar la empresa nacional. En este contexto, los Ministerios de Fomento y Hacienda mantienen su intención de perdonar el 50 por ciento de la deuda, y de convertir el saldo restante en un bono a treinta años. Sin embargo, el Ejecutivo está dispuesto a elevar la rentabilidad de este bono, que inicialmente se fijó en un 1 por ciento junto a un variable ligado al tráfico. Por su parte, la banca rechaza este porcentaje, inferior al del mercado, que considera como una segunda quita de deuda. Asimismo, el Gobierno estudia aceptar que el bono de la sociedad pública de autopistas cuente con garantía del Estado, en vez de estar respaldada por la propia empresa de autopistas. Otro de los puntos del orden del día es encontrar una salida para los acreedores extranjeros, que suman un pasivo de unos 1.200 millones de euros, cerca de la tercera parte de la deuda total. Las autopistas Las autopistas en quiebra que conformarán la nueva empresa nacional de autopistas son las cuatro radiales de Madrid; la que une la capital con el aeropuerto de Barajas; las que conectan Madrid con Toledo; Ocaña-La Roda; Cartagena-Vera y la circunvalación de la ciudad de Alicante. A día de hoy, estas vías están controladas por las grandes compañías constructoras. En cifras, presentan un desplome en sus niveles de tráfico debido a la crisis y al sobrecoste por expropiaciones, que suponen las principales causas del desequilibrio económico que presentan. En la primera mitad del año, estas vías contabilizaban una intensidad media de tráfico de 5.751 vehículos diarios, lo que supone una bajada del 4,6 por ciento respecto a 2013, según datos del Ministerio de Fomento.