La banca no podrá cargar la merma de ingresos al ciudadanoEspaña no solo se anticipará a la rebaja de comisiones a los comercios por el uso de tarjetas, sino que además asumirá unas reglas propias. La norma aprobada ayer por el Gobierno establece tarifas interbancarias mucho más pequeñas en los pagos de importe inferiores a los 20 euros, y prohíbe expresamente a la banca repercutir los ingresos que perderá en los comercios al ciudadano que paga con su tarjeta. La directiva, aún en trámite parlamentario en Europa, topa la tasa interbancaria -sirve a los bancos para repartirse costes del sistema- en el 0,3 por ciento si el cliente paga con dinero de plástico a crédito y al 0,20 ó siete céntimos mínimos, si lo hace a débito. Estos costes influyen en la tarifa que el banco que instaló el lector de la tarjeta al comercio le cobra por el servicio. El Gobierno asume la regla -aquí supone bajar las comisiones a la mitad-, pero luego incluye singularidades propias en una norna que entrará en vigor en septiembre. Entre ellos, figura la idea de topar los micropagos en el 0,2 y 0,1 por ciento, según sean en crédito o débito. Su aplicación tampoco se ajusta al texto europeo aún en debate porque excluye las tarjetas de corporativas, y deja fuera de las topes a American Express y Diners Club, afectando solo a la operativa con plásticos de Visa o MasterCard. Los europarlamentarios enmendaron la directiva para incluir las tarjetas corporativas y extender las limitaciones a todas las marcas. El Gobierno justifica la medida en el interés de empujar los pagos electrónicos -tramitan el 16,8 por ciento de todos los pagos, frente al 47 de Reino Unido o Suecia-, y ha creado un mecanismo de control para evitar que se traslade el coste al usuario. Según Bruselas, el ajuste de tarifas supondrá una pérdida de más de 400 millones a la banca española y otras fuentes lo elevan por encima de los 2.000 millones. Visa alertó ayer sobre un posible incremento en las comisiones por tener tarjetas y que frenará su uso.