Ecologistas en Acción y Greenpeace calificaron ayer de "buena noticia" la decisión de ACS de renunciar al proyecto Castor y señalaron que este hecho muestra que la estrategia llevada a cabo en este sector "no era la correcta". Ahora, piden que no sean los españoles los que paguen su coste. Así, Ecologistas en Acción denunció que, después de que el grupo empresarial ACS haya renunciado al proyecto Castor, "todo parece indicar que serán los contribuyentes quienes sufraguen la cara apuesta por las energías sucias". Del mismo modo, advirtió de que las empresas responsables no tendrán ninguna pérdida económica. A su juicio, esta renuncia "se veía venir". Así, explicó que "distintas calificadoras de riesgo habían rebajado hace pocos días el valor de los bonos de Escal UGS -empresa participada por ACS- al nivel de bono basura (BB+) por las dudas de que pudiera hacer frente al pago pendiente a sus acreedores de los intereses generados por la emisión de bonos". Por su parte, el director de Greenpeace España, Mario Rodríguez, señaló que proyectos como el de Castor "han demostrado que no era la forma correcta de garantizar la independencia energética del país". Además, indicó que todo lo ocurrido pone en evidencia que "los estudios de impacto para este tipo de prácticas deben ser más rigurosos".