Altadis mantiene la licencia para la venta en España de las cajetillas de rubioMADRID. "¡Ha hecho una compra Imperial Tobacco!", gritó alguien ayer en la City londinense. Pero, que no se alarmen ni analistas ni inversores. No se trata de Altadis. La compañía británica sigue con la mirada puesta sobre la tabacalera hispano-francesa, pero lo que ha comprado esta vez ha sido la marca de cigarrillos Davidoff. La compañía británica ha pagado por la enseña 540 millones de euros a su antiguo propietario, el grupo alemán Tchibo Holding, y busca ahora reforzar la relación con el grupo suizo Oettinger Davidoff, que mantiene la propiedad de la marca para todos los demás productos, incluidos los puros.En 2002, Imperial Tobacco abonó ya 6.000 millones de euros a Tchibo por Reemtsma, su filial de tabaco, y obtuvo así la autorización para vender bajo licencia la marca Davidoff. Según explicó ayer el director ejecutivo de Imperial, Gareth Davis, "en los últimos cuatro años, hemos tenido un gran éxito con estos cigarrillos y hemos incrementado los volúmenes globales de ventas".Relaciones comercialesLa compra de la marca supondrá ahora estrechar algo las relaciones comerciales con Altadis. Además de seguir siendo su principal objeto de deseo, la compañía que preside Antonio Vázquez mantiene la licencia en España para la venta de los cigarrillos Davidoff de tabaco negro. Y eso que sus ventas son muy pequeñas. La variante de rubio de Davidoff tiene sólo el 0,04 por ciento del mercado y la de negro no llega ni siquiera al 0,01 por ciento. Imperial Tobacco, que es propietaria también de marcas como JPS, John Player, West, Regal, Superking y Embassy, concentra gran parte de su negocio en los turistas británicos. Aún así, el año pasado dio un vuelco a su estrategia y rebajó el coste de JPS -cuesta ahora 1,85 euros- para entrar de lleno en la guerra de precios. Con ello consiguió que la marca, que tenía en julio de 2005 apenas el 1,7 por ciento del mercado, haya desbancado ya a enseñas como Lucky Strike o Nobel, se haya alzado a la novena posición del ranking y controle una participación del 4,1 por ciento.Ayer, Imperial Tobacco volvió a despertar, además, los rumores en el parqué al asegurar que "no se descartan nuevas compras para mejorar el valor del grupo". En nuestro país, Altadis se encuentra en una situación de máxima debilidad. La guerra de precios y la aplicación de un impuesto mínimo muy bajo, lo que favorece a las marcas más baratas, ha dejado a la industria tabacalera española con los márgenes más bajos de toda la Unión Europea. Si se cumplen las previsiones elaboradas por quince bancos de inversión, el beneficio neto de Altadis podría reducirse este año casi un cinco por ciento y la tendencia al alza se romperá. El año pasado, el grupo ganó 576,6 millones, un 6,9 por ciento más. FrenosEl único inconveniente para Imperial, además de los posibles problemas con Competencia y el Gobierno español, es la falta de liquidez, sobre todo tras la compra ahora de Davidoff. Los expertos coinciden en señalar que, aunque no le faltan ganas, Imperial tendría muy complicado en este momento obtener financiación suficiente para lanzar una opa sobre la hispano-francesa. Y eso que las acciones de ésta han caído en lo que va de año un 1,20 por ciento, hasta 37,26 euros. La integración de Altadis e Imperial crearía la cuarta empresa del mundo por capitalización, por detrás sólo de la norteamericana Philip Morris y British American Tobacco.