Las entidades logran unos beneficios superiores a 3.700 millones de euros entre enero y marzoLa cobertura de los créditos morosos baja al 56% en vísperas de los test de estrés europeosLa banca ha firmado el mejor trimestre de los últimos cinco años, cuando la crisis empezó a hacer estragos en nuestro país. Las entidades han conseguido ganar hasta marzo de este ejercicio por su negocio en España 3.702 millones, un cifra no superada desde mediados de 2009. Este resultado es la confirmación de que el sector financiero empieza a dejar atrás las turbulencias y pone rumbo a una normalización paulatina de sus cuentas. Para lograr estos números la banca ha necesitado varias muletas, ya que todavía sus ingresos por la actividad típica se mantiene a la baja. Las entidades han tenido que vender activos y deuda pública para elevar sus ganancias, que se han multiplicado por seis con respecto a los tres primeros meses de 2013. La mejora se produce además por un menor esfuerzo de provisiones para sanear los balances tras las dotaciones extraordinarias materializadas en 2012 y el ahorro de costes como consecuencia de los ajustes de personal y estructura comercial. Las cuentas del primer trimestre, pese al progreso, no significan que la banca haya salido definitivamente del túnel. En los próximos meses los desafíos son elevados, como la esperada subida de la morosidad hasta finales de 2014 o una mayor recuperación de la economía para incrementar el negocio en una época de tipos de interés históricamente bajos. Además, a la vuelta del verano el BCE llevará a cabo los test de estrés, lo que podría provocar algunas tensiones en los mercados. Normalización en 2015 Los principales responsables del sector son conscientes de esta realidad y no prevén una normalización efectiva hasta 2015 o 2016 en el mejor de los casos. Para impulsar los márgenes, las entidades han entrado en una guerra para captar clientes y negocio al calor del fin de la recesión. El sector se está lanzando a la carrera por financiar a las pequeñas y medianas empresas para desarrollar sus proyectos y a los hogares para la compra de viviendas. Analistas Financieros Internacionales (AFI), uno de los principales asesores del sector, sostiene que el margen minorista sobre activos totales medios del sistema crecerá del 1,22 por ciento, hasta el 1,35 por ciento, teniendo en cuenta las comisiones. Esta apuesta está reduciendo el ritmo de caída de los préstamos concedidos por la banca. En tasa interanual, el saldo en marzo cayó un 7 por ciento, frente a tasas superiores al 11 por ciento. Pero, en variación trimestral, apenas bajó un 0,3 por ciento, según los datos del Banco de España. El nuevo presidente de la patronal AEB, José María Roldán, aseguró hace diez días que las entidades estaban preparadas para dar crédito y apoyar, así, la recuperación de la economía. Algunos banqueros, como el presidente del Santander, vaticinan que en el segmento de pymes e hipotecas se verán este año subidas del saldo de financiación gracias al crecimiento de las nuevas operaciones. En cuanto a la morosidad, los expertos calculan que seguirá en su escalada y que a finales de 2014 se encontrará en niveles muy parecidos a los actuales, por encima del 13 por ciento. En esta tesis se encuentra AFI, que estima una ratio de préstamos de dudoso cobro para entonces del 13,4 por ciento. Hucha de 108.000 millones La morosidad es una amenaza para la rentabilidad y la solvencia de cara a los test de estrés a los que se enfrenta el sector, por lo que cuanta mayor sea la cobertura menores son los riesgos. Tras el esfuerzo extraordinario realizado en 2012 para atender al saneamiento exprés del sistema con los decretos de Luis de Guindos, el paraguas de dotaciones para créditos morosos no ha dejado de bajar. En marzo, se situaba en el 56 por ciento, pese a la circular sobre reclasificación de los préstamos refinanciados y reestructurados. Según los datos del supervisor, bancos, cajas y cooperativas contaban con un colchón de provisiones por importe de 108.625 millones, un 6 por ciento inferior que a mediados de 2013. Entonces, la cobertura llegaba casi al 62 por ciento. A cierre de 2012, en el momento de mayor hucha, superaba el 71 por ciento. Los expertos consideran que esta caída de la cobertura podría perjudicar a algunas entidades en las próximas pruebas de resistencia que elaborará el BCE, ya que su nivel de capitalización se mermará al estresarse los escenarios, con una tasa de paro más alta y por tanto mayores subidas de la morosidad. El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, se muestra más optimista y confiado sobre la salud del sistema español por el saneamiento realizado en el pasado y por sus aceptables niveles de solvencia. Además, considera que la morosidad pronto empezará a disminuir y también se iniciará un proceso de recuperación de cobros de créditos insolventes, que podría suponer la liberalización, incluso, de algunas provisiones. Las entradas de morosos en algunas entidades ya son inferiores a las recuperaciones en algunas entidades en la actualidad.