Denuncia ante la CNMC y pide medidas cautelares por restringir la competenciaEl regulador de las telecomunicaciones tiene mucho trabajo por delante para intentar pacificar un sector en plena guerra. A la reciente denuncia de Vodafone contra Movistar (Telefónica) ahora se añade la que presentó el pasado lunes Orange, también contra el operador líder del mercado. El motivo es idéntico en ambos casos: el estrechamiento de márgenes y el riesgo de exclusión del mercado a los competidores de Telefónica. La filial española del grupo galo no está dispuesta a quedarse con los brazos cruzados ante las últimas ofertas comerciales de Telefónica en España y por ello ha elevado una serie de denuncias para atajar unas actuaciones que, en su opinión, tienen "mucho peligro". En concreto, Orange ha pedido a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a que adopte medidas cautelares para paralizar de inmediato la oferta de 10 megas sobre fibra de Telefónica. Según Orange, "la oferta de 10 megas de fibra de Telefónica es irreplicable puesto que supone un coste fijo de 19,93 de euros al mes, una cifra con la que resulta imposible competir ya que los costes reales oscilan entre los 25 y 35 euros". Por todo lo anterior, la filial española del grupo Orange reclama la paralización de la comercialización de la otra de 10 megas sobre fibra hasta que los demás operadores puedan replicar esas condiciones, ya sea a través de bajadas de precios mayoristas o por cualquier otro remedio. Ofertas competitivas Según explicaron los responsables de regulación de Orange, "todas las ofertas por debajo de 30 megas de Telefónica tienen que ser replicables en condiciones técnicas y económicas, circunstancias que no concurren en ningún caso". Asimismo, añade Orange, "las ofertas de contenidos de televisión que ofrece Telefónica de forma gratuita hacen más irreplicable la propuesta del operador dominante". Los directivos de Orange mantienen que la actuación de Telefónica es "discriminatoria y restringe la competencia", al crear una barrera de entrada para el resto de los jugadores. La situación resulta especialmente delicada en todo lo relacionado con los contenidos audiovisuales premium, ya que Telefónica puja por acaparar el 80 por ciento del negocio de la televisión de pago en España. "La compra de Canal+ por parte de Telefónica no debería ser aprobada por Competencia o bien deberá incluir medidas que garanticen que el resto de los operadores tengan acceso a los contenidos con el mismo nivel de precios y competencia que disfrutará Telefónica", añadieron. Según las mismas fuentes, la potencial adquisición de Canal+ por Telefónica afectaría gravemente a Orange, Vodafone y al resto de los operadores por el contexto competitivo y regulatorio que existiría. "Es un caso sin precedentes en los países de nuestro entorno, ya que el operador dominante en los mercados de telecomunicaciones pasaría a controlar más del 80 por ciento del mercado de televisión de pago y gran parte de los derechos audiovisuales en exclusiva", indican. El mismo operador apunta que "los paquetes integrados con servicios audiovisuales de Telefónica podrían crear barreras de entrada infranqueables para los demás operadores, reforzando la dominancia y perjudicando la competencia". A partir de ahora, la CNMC tiene un plazo de un mes para emprender medidas cautelares. En caso contrario, si decidiera no paralizar la oferta, el regulador contaría con cuatro meses para resolver el conflicto entre los operadores.