El BCE asumirá el próximo 4 de noviembre la supervisión de las entidades El Banco Central Europeo (BCE), en colaboración con la Autoridad Europea Bancaria (EBA), va a poner a prueba la resistencia de la banca española ante un escenario teórico de recesión donde la economía se contraería casi un 3 por ciento en tres años, en contraste con las expectativas de mejora acelerada barajada por todos los expertos. El escenario adverso que utilizará para el test de estrés chequeará la fortaleza de cada entidad ante una caída del PIB del 1,2 por ciento este año y del 1,7 el siguiente y con una vuelta al crecimiento anémico en 2016, detalló Bloomberg. Nada que ver con las perspectivas reales para la economía española, a la que la CE augura expansiones del 1 y 1,7 por ciento en el próximo bienio, a falta de conocer su visión aún sobre 2016. El organismo dirigido por Mario Draghi asumirá la vigilancia del sector el próximo 4 de noviembre y quiere garantizarse que toma el control de entidades sólidas. Pero también necesita evitar que el análisis defraude y sea cuestionado como ocurrió en 2010 y 2011, cuando varias entidades financieras europeas tuvieron que ser auxiliadas por sus Estados después de haber superado sin apuros el test de resistencia. Por eso escrutará sus balances y obligará a recapitalizarse a medida que vaya detectanto vulnerabilidades. Los criterios económicos y financieros (PIB, desempleo, caída del precio de la vivienda, escenario de tipos y hasta potenciales quitas en la deuda) los detallará el BCE y la EBA el martes. Pero con los datos que se han ido filtrando, las autoridades europeas habrían suavizado el escenario en el que pretendía examinar a la banca española gracias a las presiones del Gobierno y el Banco de España. El mismo gobernador del supervisor nacional, Luis María Linde, exigió que el test fuese "duro", pero realista. Y es que la EBA quería imponer una contracción del 6 por ciento en el PIB, rebajado en apariencia a la mitad; con tasas de desempleo del 32 por ciento, que podrían haberse limitado al 28 por ciento. A escala europea, el escenario adverso se basa en que la economía crezca 2,2 puntos por debajo de lo esperado por la CE en 2014, 3,4 puntos en 2015 y 1,4 en 2016, indicó Bloomberg. Para superar el examen, las entidades deben de ser capaces de mantener un mínimo de solvencia del 5,5 por ciento bajo criterios Basilea III, pese a que la recesión dispare su mora y socave fuertemente el valor de sus activos. Aún cuando la EBA podría haber suavizado su temido escenario inicial, el Banco de España está forzando a las entidades a hacer colchón. Su insistente recomendación es que se recapitalicen de todas las formas posibles: reteniendo beneficios con menores distribuciones de dividendo, vía emisiones de deuda y ampliaciones de capital, porque no quiere sorpresas. Todos los bancos han limitado la retribución al accionista y algunos, como Liberbank, incluso ampliarán capital.