El ministro replica que no ha querido arruinar a nadie pero critica la falta de alternativasEl Ministerio se centra ahora en la reforma del gas. Los cambios en el 'pool' no son una prioridadEl ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció ayer, sin titubeos y frente a los principales representantes del sector energético, que no habrá marcha atrás en la reforma que emprendió a comienzos de 2012 y tampoco suavizará los recortes a las energías renovables. Durante su intervención en El Ágora de elEconomista, un evento que contó con el patrocinio de Ernst&Young, Soria replicó que "no se ha querido arruinar a nadie" en respuesta a preguntas por parte de los asistentes al encuentro, que mostraron su malestar por la dureza de las medidas puestas en marcha para corregir el déficit de tarifa. El titular de la cartera de Industria lamentó que no se hayan ofrecido alternativas por parte de los agentes del sector en las conversaciones sobre los recortes. "Todo es a mí no me toques y ajusta más al otro", apuntó. A pesar de que el ministro agrupa sectores muy diferentes, el grueso de las preguntas se concentró en el sector energético. De hecho, se puso de manifiesto la incertidumbre que reina en este ámbito porque aún no se ha dado luz verde a la nueva regulación de renovables. Sobre este aspecto, Soria explicó que el nuevo marco "verá la luz en pocas semanas", pero decepcionó al comunicar que "no habrá cambios", ni siquiera para la cogeneración o la biomasa, que tiene una relación directa con el tejido industrial del país. "Cualquier modificación implicaría ajustes adicionales en otras partidas", remarcó. No obstante, durante todo su discurso e incluso en el coloquio, el ministro enarboló la bandera de la reindustrialización y la apuesta decisiva por la industria actual del país para evitar deslocalizaciones. Soria justificó las medidas adoptadas en la necesidad de reducir los costes del sistema para tener un precio de la electricidad competitivo, ya que se ha encarecido un 70 por ciento en los últimos años. Consciente de la dirección de algunas cuestiones planteadas en el coloquio, Soria echó mano de sus notas para recordar algunos párrafos de la sentencia del Tribunal Supremo que avaló el recorte a la energía fotovoltaica aprobado en 2010 por el Gobierno anterior. En cualquier caso, se mostró comprensivo con los asistentes y señaló que "es normal" que haya una contradicción entre el interés general y el interés legítimo, "privado pero legítimo, de los operadores". En cuanto a las reformas pendientes, el ministro quitó hierro a los próximos cambios previstos en el mercado mayorista de electricidad (pool) porque "ahora mismo no son una prioridad del Gobierno" y evitó dar detalles sobre su contenido, que sólo se realizará una vez finalice la reforma del gas. El Ministerio ha decidido ligar a este mercado los nuevos precios de la luz, pero rehusó enumerar las medidas que adoptará porque aún no están encima de la mesa, a pesar de que el regulador energético ha advertido de un encarecimiento en los servicios de ajuste que penaliza al consumidor final. Por contra, Soria sí que sacó pecho de haber anulado la subasta Cesur, que estuvo en vigor desde 2009 hasta el pasado mes de diciembre y que marcaba el término de energía. El titular de Industria recordó que este mecanismo arrojó una subida del recibo del 11 por ciento (61 euros por megavatio hora). Devolución eléctrica El ministro decidió entonces intervenir el mercado y fijar un precio de 48,41 euros por megavatio hora, teniendo en cuenta la cotización de los últimos meses. Sin embargo, el precio en el primer trimestre ha cerrado a 26 euros por megavatio. Por tanto, las eléctricas tendrán que realizar refacturaciones y devolver una media de 17,6 euros. Para el segundo trimestre se ha mantenido este precio intervenido pero las refacturaciones se realizarán de acuerdo al nuevo sistema que entró en vigor el 1 de abril. El ministro anunció que los cambios introducidos han supuesto un ahorro de 500 millones para los consumidores y que las refacturaciones mencionadas se tendrán que ejecutar antes del próximo 31 de agosto. En concreto, el ahorro proviene de 200 millones menos por la suspensión de la subasta y 300 millones por los menores precios del mercado mayorista. El titular de Industria, que cuenta con un gran apoyo por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que se proclama como muy liberal, hizo hincapié en que el próximo reto es la reforma del gas para evitar el desfase de este sector, que acumula 403 millones. No obstante, quiso marcar diferencias con el problema eléctrico. La reforma de esta actividad también busca elevar la competencia a través de la creación de un mercado ibérico del gas, fomentar el uso de las infraestructuras existentes en España para que puedan servir como puerta del gas a Europa e hibernar algunas centrales de ciclo combinado. Respecto al almacenamiento subterráneo de gas Castor, Soria insistió en que mientras no se tenga "una certeza" de que no se van a producir movimientos sísmicos "no se va a poder reabrir" la instalación. También anunció que el Gobierno se encuentra a la espera de la opinión de expertos independientes de ámbito internacional para determinar "con más precisión" si se puede reabrir o no. Una vez que cuente con este estudio, el Gobierno se planteará las diferentes opciones y cómo se afrontará su coste "de acuerdo a lo que más convenga al interés general" pero por el momento, indicó no esta en los planes la reversión de esta instalación al Estado.