La cablera confía en recibir propuestas de compra antes del próximo 13 de marzoOno no puede decidir sobre ofertas que aún no ha recibido. Tampoco puede debatir ni especular sobre las mismas. Así de simple. Pese a que lo ha silenciado hasta la fecha, Vodafone está muy interesada por la compañía de cable, pero su ambición todavía no se ha traducido en propuestas. Las presuntas valoraciones de la empresa española -próximas a los 7.000 millones de euros-, aún siguen formando parte de la rumorología, aunque todo apunta a que la cifra será bastante aproximada. Ante esa situación, el consejo de administración que ayer celebró Ono apostó por mantener el rumbo que ya se marcó meses atrás: seguir trabajando con vistas a la salida a bolsa. Ese empeño lo someterá a aprobación en una junta de accionistas extraordinaria, que se realizará el 13 de marzo. Hasta esa fecha, Ono confía en recibir propuestas en firme de alguno de los interesados. Según ha podido saber elEconomista de fuentes conocedoras de las negociaciones, el consejo de Ono analizó ayer su estrategia de futuro durante más de cinco horas, pero sin disponer de una oferta sobre la mesa. Los supuestos pretendientes, Vodafone y Liberty Global, han tanteado el terreno de forma preliminar, pero sin comprometerse de ninguna forma hasta no disponer de toda la información necesaria sobre la compañía española. Todo apunta a que Vodafone reconocerá formalmente en las próximas fechas la existencia de "contactos preliminares con Ono", pero sin desvelar más detalles, tal y como ya adelantó este diario en su edición del pasado martes. En ese caso, la multinacional británica actuaría de la misma forma que ya hizo con la compra de la cablera alemana Kabel Deutschland. Asimismo, de todo lo anterior se desprende que la venta de Ono no será tan inminente como se podía presuponer en la víspera del consejo de ayer. La estrategia de la compañía de cable apunta hacia el objetivo final de un cambio de dueños a cambio de pingües beneficios. Ahora bien, la desinversión podría realizarse a través de una venta a otra compañía o por medio de una salida a bolsa, alternativa que prefiere el accionariado español de Ono. Ono está participada por una docena de fondos de capital privado nacionales e internacionales. Por un lado, el Banco Santander atesora el 4,4 por ciento de la compañía, mientras que entre los fondos de capital privado se encuentran CCMP Capital, con el 15,2 por ciento, Providence Equity, con un paquete del 15,2 por ciento, Thomas H. Lee Partners, con un 15 por ciento, y Quadrangle, con un 9 por ciento. Vodafone desveló la semana pasada unos resultados cuyos beneficios cayeron cerca del 10 por ciento en Europa durante el último trimestre de 2013. La filial que sufrió el peor rendimiento fue la española, cuyos ingresos por servicios disminuyeron un 14,1 por ciento entre los pasados meses de octubre a diciembre, hasta los 938 millones de euros, si bien el ritmo de caída de la cifra de negocio mejoró en el último trimestre. Los activos de Ono resultarían muy provechosos para Vodafone ya que, en caso de adquisición, haría suyo una capacidad para prestar los servicios de banda ancha de alta velocidad por fibra óptica a más de 7 millones de hogares.