La matriz asumiría el sobrecoste del sueldo y debe asegurarles la reincorporaciónLa negociación entre la dirección de Iberia y los pilotos sigue sin cerrarse y una de las razones de este estancamiento es intentar conjugar las peticiones que el colectivo ha realizado con la rentabilidad de Iberia y el crecimiento de Express. Según explican fuentes conocedoras del proceso a elEconomista, el sindicato Sepla ha presentado sobre la mesa de la aerolínea una propuesta en la que los copilotos de Iberia que se vayan de pilotos a Iberia Express tendrían la naturaleza de excedencia con reserva de plaza. El problema es que esta propuesta tampoco resuelve el sobrecoste de los copilotos que acceden como primeros a la filial de bajo coste. Sobre el papel, Iberia debería asumir la diferencia del coste de la nómina y existirían en Express dos tipos de pilotos: los que han sido contratados por la compañía presidida por Fernando Candela y los cedidos por la matriz, cuyo sueldo sería sensiblemente superior. O sea, algo parecido a lo que marca el laudo. Además, exigen todo tipo de privilegios una vez regresen a Iberia: tener todos los derechos, incorporación inmediata (al día siguiente de regresar) y que el tiempo que hayan estado en Express les compute como antigüedad en la aerolínea dirigida por Luis Gallego, añaden las mismas fuentes. Inconvenientes Esta propuesta tiene dos tipos de inconvenientes. Primero el laboral, porque habría que estudiar detenidamente cómo se articula para dar cabida a las pretensiones de los pilotos. Y, segundo, estratégico, ya que en el fondo no existirían ahorros de costes con la incorporación de los segundos de a bordo de Iberia a comandantes de Iberia Express. El que la matriz tenga que pagar la diferencia podría no ser bien visto por IAG, el holding que agrupa a las marcas del grupo (Iberia, British Airways y Vueling) a no ser que exista una clara contraprestación. Sólo si esta propuesta permitiera crecer a Iberia Express y que, además de aceptar a algunos segundos de Iberia, pudiera contratar un buen porcentaje de nuevos pilotos o copilotos de fuera (a precio de low cost) compensaría esta cesión y permitiría crecer en vuelos domésticos al grupo, algo que repercutiría inmediatamente en las rutas de largo radio, que también podrían incrementarse paulatinamente. Y es en ese punto donde ahora se manejan la negociaciones: cuánta gente podría contratarse de fuera de Iberia Express a cambio de que se puedan soltar los segundos de Iberia en la filial de bajo coste. Tanto la compañía como los sindicatos mantienen muy en secreto estas negociaciones. De hecho, este periódico se puso ayer en contacto con portavoces oficiales de Iberia y del Sepla pero no quisieron realizar comentarios al respecto. Cualquier matiz podría volver a echar por tierra la negociación. A las dos partes les interesa llegar a un acuerdo lo antes posible. A Iberia, para poder crecer y mejorar su beneficio este ejercicio, y a los pilotos porque el 31 de diciembre finaliza el laudo y la compañía podría contratar comandantes para Iberia Express desde el 1 de enero de 2015. Todo ello sin contar que el Tribunal Supremo anulara el acuerdo marcado por Jaime Montalvo, una opción que no se descarta y que podría darse a conocer en los próximos meses.