Al grupo le gustaría mantener el statu quo de Repsol y La Caixa en el capitalGas Natural Fenosa presentó ayer su nueva hoja de ruta hasta 2015 y las pretensiones a 2017 para afrontar los cambios regulatorios y el nuevo panorama macroeconómico. En esta actualización resalta el aumento de la liquidez por la reducción de deuda, lo que le permite poder abandonar la modalidad de scrip dividend (dividendo flexible de pago en acciones o en efectivo) y retribuir al accionista en efectivo. La compañía, controlada por Repsol y La Caixa con más de un 60 por ciento del capital, tiene un free float del 30 por ciento. El mercado recibió positivamente los cambios en la política de dividendos (con una cuantía que se mantendrá en los próximos años), así como el haber cumplido las expectativas con sus resultados hasta septiembre y la previsión de mantener el beneficio hasta 2015, con un ligero aumento. Gas Natural despuntó durante toda la sesión tras la presentación de su Plan Estratégico, que recoge un aumento del 15 por ciento en sus inversiones, hasta 5.200 millones en 2015, y una reducción de deuda de 3.000 millones. A cierre de mercado, los títulos de la compañía registraron un aumento del 1,97 por ciento, hasta los 17,83 euros. La actualización del Plan Estratégico se explica sobre todo por los recortes regulatorios en España, que impactarán en el beneficio bruto de explotación a partir del próximo año con 600 millones de euros anuales. Para afrontar este golpe, la compañía pondrá en marcha un plan de eficiencia para ahorrar un total de 300 millones mediante ajustes "no traumáticos" de personal, entre otras medidas. La estrategia para los próximos dos años se centra en las ventas internacionales de gas natural licuado (GNL), que se erige como el vector de crecimiento para los próximos años. También se focaliza en Latinoamérica y en el crecimiento del sector gasista en mercados emergentes. Además, baraja proyectos de generación como el de la eólica off shore en México o el hidráulico de Torito en Costa Rica. En el acumulado entre 2013 y 2017 las inversiones totalizarán los 9.200 millones de euros. La compañía no prevé realizar nuevas desinversiones y el consejero delegado, Rafael Villaseca, descartó realizar alguna adquisición durante el periodo porque el crecimiento de la compañía será orgánico. No obstante, el nuevo Plan del grupo destaca que en 2015 la ratio deuda neta/beneficio bruto de explotación se reducirá hasta 2,5 veces, lo que "da flexibilidad a la compañía para explotar oportunidades atractivas de crecimiento". Además, en 2017 tendrá una capacidad adicional de inversión de 7.000 millones de euros. El cambio cualitativo de la compañía se produce a partir de 2016, cuando se aplicará el megacontrato de aprovisionamiento firmado con la estadounidense Cheniere. Por ello, las aspiraciones a 2017 contemplan un resultado bruto de explotación (ebitda) de 6.000 millones, lo que supone un crecimiento del 17,6 por ciento respecto al resultado de 2012 y un beneficio neto de 1.900 millones, un 35,7 por ciento más que en el pasado ejercicio. La posible salida de Repsol El presidente del grupo, Salvador Gabarró, fue el encargado de responder a gran parte de las preguntas de los medios que se centraron en la salida del accionariado de Repsol y calificó de "excelente" la relación con esta compañía. Tal es así, que incluso llegó a afirmar que no le gustaría que abandonara el capital en tanto que se trata de un socio histórico. A renglón seguido añadió que no puede evitar que un accionista "se baje del carro" y Repsol colocará su participación de la "manera que crea oportuna". La Caixa podría aprovechar el eventual movimiento desinversor de la petrolera para reducir su participación en la gasista, pero Gabarró apuntó que no le gustaría que cambiara ese statu quo. Por otro lado, Gas Natural no espera una "plena normalización" de la actividad de su planta de licuefacción de gas de Damietta, en Egipto, hasta 2015 y busca en la actualidad "algún tipo de solución" con ENI, su socio en la sociedad que gestiona la planta, Unión Fenosa Gas. No obstante, el grupo estima que pronto se podrá reiniciar la operación de esta instalación. Ante la posibilidad de que haya un nuevo déficit este año, que tendría que ser financiado por las eléctricas, Villaseca se limitó a decir que la previsión es que no se produzca un desfase adicional. Además, valoró las medidas regulatorias para acabar con el agujero financiero, pero lamentó el fuerte sacrificio requerido a las eléctricas. Por último, quitó hierro a la futura reforma del gas "porque se trata de un déficit coyuntural" y advirtió al Gobierno de la diferencia de esta actividad con el sector eléctrico.