La retibrución al accionista baja a 37 céntimos tras suprimir el pago de enero y elevar el de abrilLa entidad gana hasta septiembre un 86% más, pero no recoge aún el impacto negativo de CiticBBVA confirmó ayer los presagios que realizaron algunos analistas hace una semana. La entidad ha recortado el dividendo que pagará a sus accionistas con cargo a los resultados de 2013 un 11,9 por ciento, hasta los 0,37 euros por título. Además, anunció un cambio en su política retributiva, que consistirá en una vuelta progresiva al pago en efectivo en su totalidad, dejando atrás la opción de remuneración en especie. Esta recuperación en metálico, según el consejero delegado del banco, Ángel Cano, se producirá en las entregas que se harán con cargo a los beneficios del ejercicio 2015. En 2014 continuará con los pagos mixtos (dos en efectivo y dos con opción a acciones). En este tránsito de un modelo a otro, BBVA ha decidido suprimir el abono que preveía para enero de 2014, de 0,10 euros por título en metálico. Para compensar "parcialmente" la pérdida, la entidad subirá cinco céntimo la retribución siguiente, la del próximo abril, de 12 a 17 céntimos. Cano, durante la presentación de resultados del entidad, explicó que con estos cambios el grupo se acomoda a las recomendaciones realizadas por el Banco de España sobre la política retributiva a los accionistas. Es el primer banco que de manera oficial da este paso hacia adelante y sigue los consejos del supervisor. De hecho, el Santander dijo el jueves que mantendrá los 0,6 euros por título, mientras que Bankinter señaló que es una decisión que tendrá que tomar en su momento el consejo de administración. Límites del Banco de España El Banco de España limitó al 25 por ciento el máximo de retribución entregable en efectivo y alertó de la práctica sobre el abuso del pago en acciones para ampliar capital de una manera sistemática y sin una correlación con el beneficio de 2013. BBVA, con este paso, emula a la gran banca internacional, que ha sacrificado dividendo para capitalizarse. Ya en 2009 aplicó una medida similar, siendo uno de los primeros banco en el mundo en reducir el dividendo. Entonces, su pay out (porcentaje de las ganancias distribuibles) bajó de en torno al 50 al 36 por ciento actual. Con la nueva política, oscilará entre el 35 y el 40 por ciento anual. A pesar de la bajada, Cano señaló que la rentabilidad para el accionista estará en torno al 4,5 por ciento, es decir "por encima de los bonos del Tesoro a diez años". El consejero delegado de BBVA consideró que el sistema de pago en acciones enmascara el riesgo de "una espiral sin fin" y que la recuperación del abono en metálico es "la única forma de tener un dividendo estable y predecible para el mercado". El recorte del dividendo se produce en otro año complicado para el grupo que preside Francisco González. En los nueve primeros meses del año la entidad ha ganado un 85,8 por ciento más (3.077 millones de euros), gracias a las menores provisiones para cubrir su exposición al ladrillo, pero en este periodo aún no recoge el impacto de la desinversión del 5 por ciento de China Citic Bank ni su traspaso contable como participación disponible para la venta, materializado esta misma semana. Este efecto será de 2.500 millones de euros de pérdidas, que se contabilizarán en el último trimestre del ejercicio. Hasta septiembre, las cuentas se ven perjudicadas por una caída de los márgenes, tanto en España como en Estados Unidos, por el efecto de los bajos tipos de interés y el fin de las cláusulas suelo en nuestro país. En lo que va de año, la retirada de este tipo en las hipotecas le ha supuesto unos menores ingresos, por valor de 264 millones. En España, donde gana 477 millones sin contar el agujero del sector inmobiliario, también se ve penalizado por el aumento de las provisiones por refinanciaciones. Sólo en el tercer trimestre tuvo que destinar 600 millones de euros para elevar las coberturas. Tanto el impacto de las cláusulas suelo como el de los créditos reestructurados llevaron la cuenta del banco por su actividad financiera a pérdidas, de 265 millones, entre junio y septiembre. Además, tuvo reflejo la recurrente falta de actividad desde que comenzó la crisis. Las debilidades de nuestro país y EEUU se compensaron con el buen comportamiento de otras regiones, especialmente México y América del Sur, donde los márgenes y las ganancias continúan con su senda alcista. Sobre la operación en China, que supone el primer paso de su repliegue, Ángel Cano explicó que la venta se debe a un asunto técnico contable para capitalizar el banco y evitar el castigo que supone tener una participación financiera de un 15 por ciento con las nuevas reglas de Basilea III, que entran en vigor en enero de 2014. Limitó el efecto económico en 120 millones por las minusvalías de la desinversión y aseguró que el resto de impactos son puramente contables. Aún así, dijo que de haber conocido antes la nueva regulación el banco "no hubiera llegado a ese nivel", ya que no era necesario para desarrollar la alianza con Citic. Ésta va a ser revisada y el consejero delegado aseguró el compromiso del grupo en China.