El tope a las imposiciones hunde un 40% los productos a doce meses en 2013 y cuatriplica los que superan este plazoLa comercialización de depósitos hasta un año se hunden cerca de un 40 por ciento en los primeros ocho meses del año. Y es que la nueva directriz del Banco de España sobre el límite a la rentabilidad de estos productos, que penaliza este plazo, ha provocado que los bancos se hayan dedicado durante 2013 a lanzar ofertas comerciales en los que el periodo estrella es de trece o catorce meses. Un plazo muy parecido al año, pero que puede ofrecer una mayor rentabilidad sin contravenir al supervisor. Así, si entre enero y agosto de este año las nuevas operaciones de los productos que tienen una vida límite de doce meses han descendido en 70.774 millones de euros, hasta 109.906 millones, los comprendidos entre uno y dos años han registrado un espectacular aumento de 76.718 millones de euros, un 320 por ciento. Este movimiento hace que las nuevas comercializaciones de estos plazos, los de hasta doce meses y los de entre doce y veinticuatro meses se acerquen mucho en volumen. A final del año pasado, en el plazo más corto se contabilizaba 300.000 millones, mientras en el más largo se limitaba a 46.948 millones. En lo que va de año, para los primeros el importe de las nuevas operaciones desciende a esos 109.906 millones, mientras que para los depósitos de hasta dos años el volumen sube hasta 100.636 millones. Mayor es la subida porcentual de los que se extienden más allá de los dos años, del 340 por ciento, al subir de los 12.380 millones contratados en los primeros ocho meses del año pasado a los 54.549 millones del mismo periodo de 2013. Mientras se produce ese trasvase de depósitos a plazos más largos, el saldo de las cuentas corrientes presenta una tendencia más estable, con subidas del 5,4 por ciento durante el año 2013, lo que supone un aumento de unos 16.700 millones. El Banco de España dio instrucciones a principios de año a los bancos para que en la remuneración de los depósitos se tuviera como referencia multiplicadora el precio oficial del dinero, de tal modo que los productos a un año no podían sobrepasar el 1,75 por ciento, hasta dos años el tope era del 2,25 por ciento y para más de dos años, el 275 por ciento. En caso de no seguirse, el supervisor penalizaría con la exigencia de más capital.