El Estado pagará este año 36.590 millones de euros, un 5,2 por ciento menosEl Estado tendrá que destinar el año que viene un 3,5 por ciento del PIB -un total de 36.590 millones de euros- sólo al pago de intereses de la deuda. Es una cifra que sigue siendo muy alta, pero supone pese a todo una reducción del 5,2 por ciento respecto a lo presupuestado para el presente ejercicio. Es algo que ha sido posible gracias a la bajada de la prima de riesgo y la consecuenta mejora de la financiación del Estado. La prima cerró ayer en 258 puntos frente a los 638 puntos que alcanzó en julio de 2012. Hay que recordar que en 2013 la partida prevista para el pago de los intereses de la deuda aumentó casi un 38 por ciento, hasta 38.590 millones de euros, mientras que ahora se invierte la tendencia, lo que se traduce en un ahorro de 2.000 millones de euros. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, insistió ayer en que este descenso en el pago de intereses, que no había dejado de crecer en los últimos años, especialmente desde el inicio de la crisis económica en 2008, es fruto de la mayor confianza que muestran los inversores. Según Montoro, los recortes puestos en marcha por el Gobierno son los que están permitiendo tener una menor prima de riesgo y, consecuentemente, reducir la factura que pagamos por la deuda. Y eso a pesar de que la deuda española está borrando desde hace unos días una gran parte de la mejora acumulada a lo largo de la últimas semanas. Había llegado a situarse al borde de los 230 puntos básicos y ha vuelto a subir. Por debajo de Italia En la última semana, de hecho, ha aumentado en 20 puntos, desde los 235. Es algo que ha provocado también que el bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán marca la prima de riesgo, se sitúe en el 4,2 por ciento. El interés de la deuda española sigue estando, no obstante, por debajo de la italiana, que está en los 263 puntos. Y eso después de la subasta celebrada el pasado jueves por el Tesoro de este país, en la que se colocaron 3.250 millones de euros en dos emisiones, en una de las cuales pudo ofrecer menos interés respecto a la anterior subasta. Por su parte, los seguros de impago de deuda (credit default swaps o CDS) para los bonos españoles a diez años se situaron en 265.750 dólares, muy por debajo de los 283.000 dólares de los italianos.