Tiene una voz profunda y grave. Con uno de esos timbres que parece que no pegan con la persona. Su actitud también parece serena, tranquila, sosegada... sin embargo, David Taguas ha desempeñado uno de los papeles más activos en los episodios de mayor agitación que ha vivido nuestra reciente historia empresarial situándose a la sombra del que ahora es ministro de Industria y Energía, Miguel Sebastián. Taguas, madrileño de 53 años, llegó al Servicio de Estudios de BBVA de la mano de Miguel Sebastián, el hombre que sería su principal valedor y del que dependería buena parte de su futuro profesional. Con un extraordinario currículum, del que se podía concluir que se trataba de un prestigioso economista, David Taguas ocupó el cargo de subdirector del Servicios de Estudios de BBVA que entonces dirigía el propio Miguel Sebastián. En esa responsabilidad, a Taguas se le identificaba como la materia gris. El hombre que se encargaba de la parte sesuda del trabajo y que, después y ante los medios de comunicación, Sebastián se encargaba de vender. Es más, bastaba poner en un pequeño aprieto al máximo responsable de los informes económicos de la entidad para que Taguas saliera al rescate con el dato preciso, la cifra concreta y la respuesta justa para superar el obstáculo que Sebastián no podía salvar. Pero las cosas se torcieron en 2003. Un enfrentamiento entre el presidente de BBVA, Francisco González, y el director del Servicio de Estudios de la entidad, en torno a las coincidencias del Departamento que dirigía Sebastián con las propuestas económicas del PSOE, provocó la salida fulminante de quien ahora es ministro de Industria. Y ahí se pudo ver, con nitidez, que Taguas estaba a su sombra. Durante su fugaz presidencia al frente del Departamento de Estudios de BBVA, Taguas mantuvo una estrecha relación con el director de la Oficina de Económica de Moncloa, cargo que José Luis Rodríguez Zapatero confió a... Miguel Sebastián. A partir de ahí comenzó a fraguarse una auténtica carrera política que, tras la salida de Sebastián de Moncloa para disputarle la alcaldía de Madrid -infructuosamente- a Alberto Ruiz Gallardón, le llevaría a convertirse en uno de los asesores fundamentales en la política económica del inquilino de La Moncloa. A partir de ahí , David Taguas empezó a cobrar un inusitado protagonismo, del que tradicionalmente había huido, pero todo apunta a que su antecesor le había dejado bien definida la línea que desde la Oficina Económica de Moncloa habría que seguir... y la siguió. Aunque aparcó el abierto enfrentamiento que mantenían Solbes y Sebastián, Taguas se preocupó de satisfacer el discurso económico empresarial de Moncloa, intentando frustrar los argumentos en contrato y haciendo bueno aquello que reza en la máxima "es de bien nacidos ser agradecidos". Basta repasar las hemerotecas para recordar que siempre ha sido un secreto a voces las buenas relaciones que tanto Sebastián como Taguas mantienen con la cúpula de Sacyr e, incluso, el propio presidente de la constructora, Luis del Rivero, ha llegado a decir en público en más de una ocasión que ambos "son buenas personas". Y no es para menos... la rumorología tomó consistencia cuando corrió como la pólvora que tanto Sebastián como Taguas estaban detrás de aquel frustrado asalto a la presidencia de BBVA en el que había dossieres de por medio. Esa buena relación también se consolidó tras desvelarse su labor de intermediación entre Del Rivero y Roveratto para intentar solucionar el conflicto en Eiffage. ¿Y después de todo eso qué? Ahora se ve aupado a la presidencia de la patronal de los constructores, Seopan, cuyas riendas manejan FCC, ACS, OHL, Ferrovial, Acciona y... Sacyr. No parece extraño que el propio Del Rivero esté detrás de esta sorprendente elección después de todo lo que han vivido juntos, aunque cada uno desde su puesto, eso sí. En cualquier caso, David Taguas pasará a ocupar la presidencia en la patronal de las constructoras con el beneplácito de los grandes del sector. ¿Y cómo no? Si es el mismo Taguas que alababa desde la Oficina Económica de Moncloa "la capacidad estratégica que tiene el sector de la obra pública para liderar el cambio económico". Falta salvar el escollo de las incompatibilidades. A quien se propone como presidente de la patronal de las constructoras atesoraba el rango de secretario de Estado aunque sin presupuesto. Además, participaba activamente en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno, sí, esa de la que forman parte los representantes del Ministerio de Economía, de Fomento y de Industria... ¿se puede tener un acceso más profundo a la información sobre la situación de la coyuntura económica? ¿Puede haber incompatibilidades entre sus anteriores ocupaciones y las futuras? Eso lo dilucidará una comisión ad hoc, aunque no parece que vaya a tener grandes problemas. Sin embargo, David Taguas se pondrá al frente de uno de los sectores claves, en un momento del desarrollo económico clave y con un panorama claramente incierto. Se apunta a la construcción como la panacea del desarrollo económico de nuestro país y, concretamente, la obra civil. Solo durante 2007 supuso el 7,2 por ciento de la riqueza nacional y la intención del Gobierno es que esa cifra no sólo se corrija si no que, además, se aumente. A lo largo del pasado ejercicio se licitaron obras por un valor superior a los 40.000 millones de euros, de los que casi la mitad correspondieron en exclusiva a la Administración central . Un pastel demasiado jugoso que las grandes constructoras quieren saborear. Taguas será el encargado de repartir las porciones pero intentando que las constructoras queden saciadas. Pero Taguas, probablemente, tampoco olvidará de dónde viene y quién le ha aupado al sitio en el que ahora se haya. Aunque no mantendrá un contacto directo con su principal valedor, Miguel Sebastián, hay que recordar que la mayor parte de esas constructoras que ahora le confían la presidencia de Seopan son las principales accionistas del sector energético. Acciona comparte la gestión de Endesa con Enel, ACS es el principal accionista de Fenosa y Sacyr ocupa, incluso, la vicepresidencia de Repsol. .. se podría concluir, por tanto, que Taguas es el interlocutor ideal para un Ejecutivo que ha confiado el crecimiento de la economía en el sector de la construcción y, de rebote, en la estratégica energía. Una energía en manos del recién nombrado ministro Miguel Sebastián, que una vez más vuelve a proyectar su sombra sobre David Taguas.