El índice aguanta soportes pero borra las ganancias de agosto y cierra con pérdidas mensuales del 1,69 por ciento, en una semana en la que el crudo europeo avanzó un 3%Siria ha sido el epicentro de la semana en los mercados. Ha sido responsable de los repuntes y correcciones que ha vivido el petróleo con cada cambio de expectativas sobre la inminencia del ataque por parte de EEUU. Los últimos en posicionarse sobre este tema han sido los británicos, tras la votación con resultado negativo de la Cámara de los Comunes de Reino Unido sobre la participación británica en la intervención. Pero la incertidumbre en Siria no es el único motivo que ha provocado que las principales bolsas cerrasen con un balance semanal negativo. La crisis de gobierno en Italia comenzó a hacer desconfiar a los inversores a principios de semana, el conflicto en Oriente Medio añadió más inestabilidad y, para rematar la semana, Portugal ha vuelto a sembrar las dudas poco antes de pasar el examen de la troika. Todo ello, con el telón de fondo de un mes en el que se espera que la Reserva Federal dé pistas sobre el calendario que maneja para la retirada de estímulos económicos y en el que, pocos días después, las elecciones alemanas centrarán toda la atención. Todo ello ha provocado que el Ibex termine la semana por debajo de los 8.400 puntos, tras haber cedido un 4,56 por ciento en los últimos cinco días, convirtiéndose en el índice más castigado de la zona euro. El selectivo español cerró en los 8.290,5 puntos, en la que se convirtió en su peor semana desde el mes de junio. Ninguno de los valores que forman el índice pudo aguantar en positivo en las últimas cinco sesiones. El descenso más abultado lo protagonizó Popular con una caída del 10,97 por ciento. Le siguieron Bankinter, IAG y Mapfre con caídas superiores al 8 por ciento. "El rally alcista del mes de agosto no ha podido sostenerse y lanza una señal de peligro que advierte de que podría existir un giro a la baja, algo que como venimos insistiendo podría abrirse si se pierden los mínimos de esta semana -los 8.275 en el Ibex 35-", explica Joan Cabrero, analista de Ágora Asesores Financieros. Aún así, consigue resistir las cifras positivas en el ejercicio y sube un 1,51 por ciento. En el resto del Viejo Continente la tendencia fue la misma. Aunque el Ibex 35 fue el más perjudicado en la semana. El resto de las principales plazas europeas también se tiñó de rojo con pérdidas superiores al 3 por ciento. El italiano Ftse Mib fue otro de los grandes castigados y descendió un 3,81 por ciento. Le siguieron el Dax alemán y el EuroStoxx 50, con descensos del 3,7 por ciento. Esta semana generalizada de pérdidas, impulsada por la situación en Siria, provocó que las bolsas de Europa se olvidasen del repunte vivido en el mes de agosto para terminar el balance mensual en negativo. Los índices más castigados en el epicentro del verano fueron el Ftse 100 y el Dax, con descensos del 3,14 y del 2,09 por ciento. El Ibex 35 cayó durante el mes un 1,69 por ciento, al igual que el EuroStoxx50. Los índices estadounidenses -que ya estaban en negativo en el mes antes del conflicto sirio- tampoco se libraron de los números rojos a pesar de que desde EEUU llegaron buenos datos. El índice manufacturero de Chicago se situó en 53 puntos, frente al 52,3 anterior y la Confianza de la Universidad de Michigan fue de 82,1 puntos, que aunque se redujo respecto al mes de julio, no lo hizo tanto como se esperaba -80,5 puntos-. Con ello, el Dow Jones y el S&P 500 cedieron entre un 1 y un 2 por ciento. La deuda periférica vuelve a sufrir En el mercado de deuda, la de los países periféricos volvió a ser el centro de las ventas por parte de los inversores. La primera excusa para ello fue la crisis de gobierno en Italia. El partido de Silvio Berlusconi amenazó con hacer caer al gobierno si éste era expulsado del Senado tras haber sido condenado por fraude. Y, cuando el país transalpino comprobó que esa inestabilidad política no provocó que se tuviese que financiar más caro en el mercado -emitió deuda a 10 años sin que subiesen los costes-, llegó Portugal para añadir un poco más de nerviosismo. El Tribunal Constitucional del país luso ha rechazado la ley que permitía el recorte de empleos en el sector público, una medida con la que el Gobierno pensaba ahorrarse casi 900 millones de euros. Y todo ello, poco antes de que la troika vuelva a examinar al país. Eso provocó un incremento en la prima de riesgo portuguesa de 15 puntos el viernes, pasando a escalar 26 durante la semana, hasta los 488 puntos básicos. También el riesgo país italiano y el español han escalado posiciones durante las últimas cinco sesiones. El diferencial entre el bono español a 10 años y el alemán terminó el viernes 16 puntos por encima del nivel en que arrancó el lunes (cerró en los 268 puntos), mientras que en Italia, la prima de riesgo se tensionó 16 puntos, hasta los 254. La ida y vuelta del crudo Uno de los grandes protagonistas de la semana ha sido el sector de las materias primas. Entre ellas destacó el petróleo, que ante la incertidumbre del conflicto sirio y el temor a un posible desabastecimiento se revalorizó en las tres primeras sesiones de la semana un 5 por ciento. El crudo europeo (Brent), llegó a tocar los 117 dólares, nivel no visto desde el pasado mes de febrero. Su homólogo estadounidense, el West Texas, jugueteó con los 112 dólares, su zona máxima desde el año. El miércoles desde el otro lado del Atlántico llegó el dato semanal de los inventarios de petróleo publicado por el Departamento de Energía, con una cifra esperanzadora. Estados Unidos anunció más reservas de las previstas, ya que se esperaban 750.000 barriles y la cifra publicada llegó casi hasta los 3 millones de barriles. Esta noticia frenó la subida del oro negro que cayó en torno al 2 por ciento en las últimas sesiones de la semana. Aun así, el Brent se revalorizó alrededor de un 3 por ciento en la semana y el West Texas un 1,5 por ciento. Por su parte, el oro ante las caídas en la renta variable actuó de activo refugio y tocó su techo más alto de la semana en los 1.420 dólares por onza. A pesar de ello no puedo aguantar la zona de los 1.400 dólares y los perdió en la última sesión. La materia prima acumula una caída anual superior al 16 por ciento. Otro metal en el que se refugiaron los inversores fue la plata. Sin embargo, a lo largo de las jornadas este activo también perdió fuerza y se situó por debajo de los 23 dólares.