La compañía británica tiene un 45 por ciento de la filial conjunta de móviles Verizon WirelessSi se alcanza un acuerdo, sería la mayor operación empresarial de la última décadaEn esto de los matrimonios empresariales, los divorcios y custodias de determinados negocios suelen levantar ampollas. Sin embargo, tras los continuos rifirrafes durante casi una década entre la británica Vodafone y la estadounidense Verizon Communications, ambas partes han vuelto a retomar las negociaciones relativas a su joint venture Verizon Wireless. Según adelantó el Wall Street Journal a última hora del miércoles y confirmó ayer Vodafone, la inglesa podría estar de nuevo dispuesta a vender su participación del 45 por ciento en Verizon Wireless a la estadounidense, una operación que podría llegar a costar más de 100.000 millones de dólares (75.000 millones de euros). Una buena nueva que disparó la cotización de ambas compañías. Vodafone subió un 8,35 por ciento, hasta 2 libras por título y Verizon se revalorizaba en Wall Street a media sesión un 3,53 por ciento, hasta 48,2 dólares. Y es que aunque las negociaciones cayeron en saco roto en el pasado, todo parece indicar que en este momento ambas partes están dispuestas a alcanzar un trato cuanto antes para cerrar la que sería la mayor operación de la última década. De hecho, Verizon se encuentra ya en conversaciones con distintos bancos para financiar las decenas de miles de millones de dólares en préstamos que necesitaría para completar la compra. Un interés que viene de lejos Cabe recordar que Verizon ha intentado durante muchos años hacerse con la participación del 45 por ciento de Verizon Wireless en manos de Vodafone. Sin embargo, es de sobra conocido que ambas partes no han logrado hasta ahora ponerse de acuerdo sobre el precio final de la venta. A comienzos de este año, Verizon y Vodafone volvieron a distanciarse después de que la estadounidense ofreciera 100.000 millones de dólares por la codiciada participación en la mayor operadora móvil de EEUU y la británica buscase una suma total cercana a los 130.000 millones de dólares (97.200 millones de euros). Aún así, aunque ambas compañías podrían estar haciendo migas de nuevo, los analistas no terminan de confiar en que esta transacción llegará a buen puerto. "Seguimos pensando que el status quo es el resultado más factible", asegura Michael Hodel, analista de Morningstar. Precisamente, en un comunicado, Vodafone reconoció que todavía "no hay certeza de que se vaya a llegar a un acuerdo", ya que a día de hoy continúa manteniendo negociaciones con Verizon. Por su parte, Bob Varettoni, portavoz del grupo Verizon, se negó a realizar comentarios al respecto. De acuerdo con el análisis de Hodel, "Verizon tiene poco que ganar estratégicamente, ya que podría destruir de forma significativa el valor de sus acciones si el fantasma de una posible subida de tipos de interés acaba por situar el precio de la operación más allá de un valor razonable". De todas formas, los medios estadounidenses apuntaban que, como parte del acuerdo, Verizon podría vender de nuevo su participación del 23 por ciento en Vodafone Italia, posiblemente por alrededor de 5.300 millones de dólares (4.000 millones de euros) a la empresa del Reino Unido. Además, señalaron que un anuncio oficial de la operación podría ocurrir tan pronto como el próximo dos de septiembre. El objetivo perseguido Entonces, ¿por qué Verizon Communications ha demostrado tanto interés por dicha participación? En cierta forma, el objetivo del gigante de telecomunicaciones estadounidense y blue chip del Dow Jones es simplificar su estructura de capital. Si Verizon se hace con el pleno control de su negocio de telefonía móvil tendría libre acceso al flujo de caja de la Verizon Wireless, lo que le permitiría incrementar el pago de dividendos entre sus inversores y sanear su carga de deuda. Desde el punto de vista de dirección estratégica, los beneficios son escasos, ya que Verizon ya controla totalmente la gestión Verizon Wireless. Aún así, la estadounidense podría aprovechar la operación para integrar más estrechamente sus operaciones inalámbricas y de línea fija, pero para los expertos este hecho no justifica el pago de gran parte de la prima que Verizon tendrá que desembolsar a Vodafone. No debemos olvidar que en los últimos años Verizon ha deshecho posiciones en el negocio de telefonía fija por lo que esta parte de negocio es incluso mucho más pequeña que Verizon Wireless. Por el contrario, la operadora de telefonía móvil ha cerrado ya varios acuerdos con las distribuidoras de televisión por cable más grandes del país para desarrollar ofertas integradas de telefonía inalámbrica y de línea fija.