La constructora dice que su plan convence a los bancos y fija en octubre la refinanciación de 5.000 millones de deuda"Estamos en un proceso de refinanciación transit muy avanzado con el grupo principal de bancos financiadores que esperamos tener completado a principios de septiembre y a partir de ahí cerrar la refinanciación en octubre o noviembre", dijo optimista el director financiero de FCC, Víctor Pastor, en relación a vencimientos de 5.000 millones. Era la buena noticia de la presentación de resultados del primer semestre del año y que marca la entrada en una nueva etapa; la mala noticia para Juan Béjar era que FCC sigue en números rojos y que esta anunciada refinanciación está todavía por llegar. En ese sentido, la constructora presentó ayer un agujero de enero a junio de 607 millones de euros que relegaba a un segundo plano el megacontrato adjudicado la semana pasada para hacer el metro en Riad (Arabia Saudí) por 6.050 millones de euros. Pero su consejero delegado, Juan Béjar, ha decidido hacer una jugada arriesgada para ganarse la confianza de los mercados: adelantar las minusvalías de su filial austriaca Alpine y acelerar su saneamiento y su plan estratégico que le permitará olvidar cuanto antes una etapa horribilis. Además de Alpine, la compañía deberá hacer ajustes en los sectores más débiles, como el cemento y su inversión en enegía. En este apartado, Pastor justificó las pédidas por la depreciación de los activos y culpó en cierta medida al Gobierno y a su reforma energética que le ha llevado a un cambio de planes de 180 grados. Contra la deuda, su objetivo es vender lo que no sea negocio y hoy por hoy, su división de energías renovable no lo es. Su venta podría reportarle 900 millones de euros. Ajustes contables Estos ajustes (Alpine y renovables) arrojaron un saldo negativo total de 570 millones de euros, de los que 372 corresponden a Alpine y 147,9 a Energía, que ya suma 207,4 millones, motivado por los sucesivos cambios regulatorios. En concreto, la compañía registró un impacto negativo de 372,3 millones por el deterioro, hasta valorarlo en cero, de su participación en Alpine, firma que el grupo desconsolida de sus cuentas después de que el pasado mes de junio se declarara en concurso de acreedores y entrara en liquidación. Alpine ha sido sin duda el horror y el error de la familia Koplowitz y lo ha pagado muy caro en los resultados de la matriz. El deterioro continuado registrado en su situación operativa lastró las cuentas consolidadas de FCC en 2012 con unas pérdidas de 420 millones de euros y un año histórico sin dividendos que no gustó a sus accionistas. No obstante, en su presentación a analistas, la empresa subrayó que estas pérdidas registradas en la cuenta de resultados del primer semestre del año "no alteran las previsiones contempladas en el presupuesto ni en el plan estratégico, cuyos ejes básicos son la reducción del endeudamiento, una generación de caja recurrente de 800 millones de euros y un Ebitda de 1.200 millones en un horizonte de dos años". Cifra de negocio La empresa ha querido en todo momento justificar su agujero ante los analistas y titulares de acciones. Y lo ha hecho echando balones fuera: culpa a la reforma energética y la incertidumbre del ministro Soria que le ha hecho perder valor; culpa a su filial austriaca y a sus malos resultados y, por supuesto, culpa a España y a los recortes del Gobierno que han dejado lastrado un sector capaz de convertir un millón de euros en 18 puestos de trabajo. Según la constructora, la cifra de negocio de FCC cayó un 13,7 por ciento entre los pasados meses de enero y junio, hasta 3.133,9 millones de euros, por el descenso de la registrada en el mercado doméstico, fundamentalmente en el negocio de la construcción. Por áreas geográficas se constata la contracción del mercado en España y el crecimiento de Centroamérica, Estados Unidos y Oriente Medio y norte de África. Para que la comparación sea homogénea, se ha eliminado la aportación de Alpine en el primer semestre de 2012, cuyos activos y pasivos han sido dados de baja tras la declaración de insolvencia. Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 293,6 millones, un 34,7 por ciento menos. "Esta cifra se sitúa por encima de la planificación interna, que contempla un menor beneficio como consecuencia del impacto de la estacionalidad en algunas actividades, como la construcción y el cemento. Servicios Medioambientales y Agua aportaron más del 90 por ciento del beneficio bruto", reconoció la compañía. Doble lectura En cuanto a la deuda, la constructora de Béjar anunció que el endeudamiento financiero se redujo un 6,1 por ciento (433 millones de euros) y la cartera de contratos creció un 6,6 por ciento, sobre todo en los mercados extranjeros. Pero este dato tiene una doble lectura ya que la desconsolidación de Alpine contribuyó a recortar en un 6,1 por ciento el endeudamiento de la compañía, hasta situarse en 6.654 millones de euros a cierre de junio. Sin el efecto Alpine, sin embargo, la deuda se hubiera incrementado en unos 200 millones por la necesidad de circulante y por las aportaciones realizadas a la filial antes de la quiebra. De cara a futuro, FCC prevé seguir reduciendo el pasivo hasta situarlo en el entorno de los 6.000 millones a cierre de año, gracias a que en el tercer trimestre espera cobrar los activos ya vendidos (como la venta a Veolia del 50 por ciento de Proactiva por 150 millones de euros y el 49 por ciento de su negocio de agua en República Checa a Mitsui por 97 millones de euros). Estas dos operaciones, unidas a la enajenación de activos inmobiliarios de FCC Construcción y la reducción de la deuda vinculada a la salida de Alpine, elevan las desinversiones a casi 1.000 millones de euros. La empresa recordó que la política de la casa tiene activados todos los procesos de desinversión con el objetivo de que el programa culmine a final de año o, como muy tarde, en el primer semestre del próximo ejercicio. Las desinversiones (entre las que destaca la inmobiliaria Realia) y la generación de caja situarán la deuda por debajo de 5.000 millones de euros. En su comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Víctor Pastor recordó que el grupo fue capaz de refinanciar en 2012 todas las grandes financiaciones sindicadas que vencían en el año, además de la deuda de Cementos Portland Valderribas. También se ha alcanzado un acuerdo de espera de los prestamistas hasta el último trimestre de 2013 para el vencimiento de mayo de este ejercicio de un préstamo sindicado por 643 millones de euros y se ha obtenido un préstamo sindicado a corto de 500 millones para atender la tesorería. Al cierre de la jornada, la mpresa protagonizaba la segunda mayor subida del día, pero condicionada por los inversores a su refinanciación: sus acciones se incrementaron en un 4,02 por ciento.