Dejan en manos de la Corte de Arbitraje la resolución de la 'guerra del fútbol'Un apretón de manos de entre Pedro García Guillén, consejero delegado de Canal +, y Tatxo Benet, directivo de Mediapro, sellaba ayer por la tarde la enésima paz en la eterna guerra del fútbol. La productora y la televisión de Prisa alcanzaron ayer un principio de acuerdo con el que aseguraban la emisión de la Liga BBVA la próxima temporada. En los comunicados enviados por ambos grupos queda claro que han aceptado dejar en manos de la Corte Internacional de Arbitraje de París la resolución del conflicto, tal y como propuso Miguel Cardenal, secretario de Estado de Deporte, que se ha erigido como una pieza fundamental para alcanzar la paz en estos conflictos. Lo que ya no queda nada claro es qué va a pasar con los pagos que Canal+ debe a Mediapro de junio y julio. Según asegura la productora catalana, Canal + ya ha hecho efectivos los pagos pendientes por 99,2 millones de euros (88 millones más IVA), condición sine qua non para que aceptara la intermediación de la Corte. Por su parte, el grupo de Juan Luis Cebrián informó que "una vez aceptado el acuerdo, Canal + abonará a Mediapro los importes retenidos, que se ajustarán con lo que determine el laudo", sin determinar si haría o no algún pago anterior. El quid de la cuestión está en que Mediapro reclama hasta 150 millones a Canal+ por lo que, en principio, se ha dejado una parte sin abonar pendiente de ver como avanzan las negociaciones. Medida preventiva Así, fuentes cercanas a la negociación explican que sólo se ha firmado un acuerdo previo para permitir que empiece la Liga a mediados de agosto, pero que el conflicto no está resuelto. "Es una medida de acuerdo preventivo", explican. Así, en principio, Mediapro ha aceptado el mediador a cambio de los pagos. El papel de la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio de París no será nada fácil. El organismo tendrá que resolver la controversia sobre los costos de adquisición de los derechos audiovisuales de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Es decir, tendrá que determinar, si tal y como denunció Canal+, el coste de la Liga BBVA está inflado en hasta 40 millones de euros por temporada. Un punto que Mediapro niega ya que, según explicó, no existe ninguna cláusula que permita variar el precio pactado el pasado agosto de 2012. En este punto, la productora de Jaume Roures y el canal se han comprometido a facilitar al Tribual Arbitral toda la información y documentación que éstos soliciten correspondiente a las tres temporadas (hasta 2015) para poder analizar los acuerdos y establecer la legitimidad, o no, de las diferencias de precio planteadas por Canal+. El laudo que dicte la Corte tendrá un carácter vinculante y ejecutivo, por lo que si determina una rebaja en la factura del fútbol, la empresa catalana tendrá que aceptarla. En este punto el acuerdo sólo sirve para garantizar la señal y la emisión de los partidos. El entendimiento alcanzado no soluciona los problemas económicos de Prisa, que ve como los ingresos por abonados baja mientras ha tenido que provisionar 207 millones por la pérdida de valor del negocio televisivo.