El importe de la transacción a la sociedad GBL se eleva hasta los 2.000 millones de eurosLa galaxia Agnelli recupera liquidez. Trece años después de haberse convertido en uno de los dos principales accionistas del líder mundial de la inspección y el control, SGS, a la par que la familia von Finck, el holding de cabeza de Fiat, Exor, cedió ayer su 15 por ciento a la sociedad GBL, del multimillonario belga Albert Frère, por 2.000 millones de euros; es decir, una plusvalía de 1.530 millones. Para la sociedad de inversiones de la familia Agnelli, SGS representaba el segundo mayor activo industrial de su cartera, en términos de activo neto, por detrás de Fiat Industrial, pero por delante de Fiat-Chrysler y la sociedad inmobiliaria Cushman & Wakefield. "Estamos muy satisfechos de nuestra inversión en SGS y confiamos en su desarrollo", aseguró ayer el presidente de Exor, John Elkann. Oficialmente, la cesión de SGS no está directamente ligada al proyecto de fusión Fiat-Chrysler. "Fiat dispone de 21.300 millones de euros de liquidez y no nos planteamos un aumento de capital de Fiat a corto plazo", nos aseguran en la sede de Exor, donde se prefiere hablar de una cesión destinada a "aprovechar otras oportunidades de inversión". Doble precaución Pero el presidente de Exor también ha dejado clara su voluntad de no dejarse diluir dentro del capital de Fiat. La cesión de SGS refuerza las reservas del holding de cabeza en un momento crucial. Incluso antes de esta cesión, Exor contaba con 1.200 millones de euros de liquidez disponible. A la vez que reafirma su apoyo al proyecto de fusión Fiat-Chrysler, John Elkann subraya su voluntad de mantener su participación del 30 por ciento en el grupo automovilístico. Dos precauciones valen más que una. Última etapa: esta fusión está aún pendiente de la decisión arbitral del tribunal de Delaware sobre la valoración de la participación del 41,5 por ciento en manos del fondo Veba, del sindicato UAW, en el fabricante de Detroit, esperada de aquí a julio. Según la agencia Bloomberg, Fiat estaría en negociaciones con un consorcio bancario formado por Bank of America, Deutsche Bank, Goldman Sachs y BNP Paribas, con objeto de obtener una financiación de 10.000 millones de dólares para realizar la fusión. Para el grupo turinés, la cesión de su participación suiza es una etapa tanto más significativa como que el "salvador" histórico de Fiat, el ítalo-canadiense Sergio Marchionne, procede precisamente de SGS, que hasta ahora era considerada como una "joya" de la galaxia Agnelli. Mucho antes de haber sido elegido por Umberto Agnelli para sucederle a la cabeza del grupo automovilístico en 2003, Sergio Marchionne contribuyó ampliamente a la expansión de SGS, de la que multiplicó por dos la plantilla en diez años. El presidente de Exor ha confirmado, por otra parte, que el dueño de Fiat conservará la presidencia del consejo de administración de SGS. Incluso el financiero belga Albert Frère, asesorado por Banca Leonardo en esta operación, no tiene la menor intención de privarse del talento del "recuperador" de Fiat y Chrysler. 2.000 millones de euros De las palabras a los hechos. Hace apenas dos semanas ("Les Échos" del 15 de mayo), el holding de Albert Frère manifestaba estar dispuesto a invertir 2.000 millones de euros este año en una o dos sociedades. Ya es cosa hecha. Y el objetivo elegido corresponde totalmente a los criterios definidos entonces por GBL, es decir, una sociedad europea expuesta a los países en crecimiento y preferiblemente cotizada en Bolsa. Con la compra del 15 por ciento de la suiza SGS a la familia Agnelli, GBL se convierte en accionista de referencia del líder mundial de la inspección y la certificación. "Una pepita con un crecimiento de dos cifras, dos veces más rápido que el de su sector, y que dispone de un margen operativo del 17 por ciento", subraya Ian Gallienne, administrador delegado del holding.