Queda paralizado un proyecto de 400.000 millones de euros, en el que participaban Abengoa, Elecnor y REEEn julio de 2009, doce compañías de diferentes países, entre las que se encontraba la española Abengoa, fundaron la Desertec Industrial Iniciative (Dii). Establecieron el coste del proyecto en torno a los 400.000 millones de euros, con el objetivo de que en el año 2050 pudieran suministrar el 20 por ciento de la demanda energética europea con las energías renovables producidas en el norte de África. Sin embargo, la retirada de dos de los mayores inversores, Siemens y Bosch, el pasado noviembre, ha precipitado la reciente decisión del consejero delegado de Desertec, Paul Van Son, que ha declarado que el proyecto dará marcha atrás y abandonará su propósito inicial, para sustituirlo por el desarrollo de mercados de energías renovables en Europa y África, buscando más bien la exportación de energía europea. Esta decisión coincide con las advertencias de Susanne Nies, máxima responsable de la unidad para la Política Energética y Generación de la patronal Eurelectric, que constataba la incoherencia de la propuesta. En primer lugar, la demanda eléctrica en los países emergentes, en los que se incluyen la gran mayoría de los estados africanos, está aumentando a razón del 8-10 por ciento anual, de tal manera que están necesitando construir infraestructuras de producción de energía para poder satisfacer las necesidades de su población. En segundo lugar, existe un exceso de energía renovable en países europeos como España, por lo que no parece lógico que se importe energía de África. Además, el punto de acceso de esta energía renovable sería la Península Ibérica, que necesitaría un refuerzo especial de sus vías de comunicación con el país vecino, para poder transladar a Europa la energía importada. España, exportador Otra de las empresas españolas participantes en la Desertec Industrial Iniciative, Red Eléctrica confirmó a elEconomista, que con el anuncio de Paul Van Son, "España deja de ser un país de tránsito para convertirse en un yacimiento de renovables, que exportará energía al norte y centro de Europa y norte de África". Según la compañía, "España tiene potencia renovable suficiente para exportar hasta 10.000 MW". No obstante, para que esto sea posible, hay que invertir en mejorar las interconexiones entre los Estados europeos. El principal obstáculo está en la frontera francesa. Las conexiones funcionan mejor en sentido de Francia hacia España, que al revés, ya que al país galo no le interesa que España exporte al resto de Europa, pues ello comportaría una reducción en su volumen de negocio. La opción comercial más probable es exportar a Marruecos.