La tabaquera aprueba un ajuste que afecta a 114 empleados en EspañaAltadis, tabaquera integrada en Imperial Tobacco, confirmó ayer los peores augurios que llevaban días rondando la planta productiva que tiene en la zona franca de Cádiz. Esta fábrica de tabaco expandido (materia prima para rellenar los cigarrillos) dejará de operar el próximo mes de diciembre y su volumen de producción será asumido por otra fábrica del grupo. El cierre de la planta, que se hará efectivo a finales de año, supone poner en la calle, vía prejubilación, a 66 de sus 76 trabajadores. En cuanto a los 10 empleados fijos de Cádiz, que no pueden acogerse a la prejubilación, Altadis prevé ofrecerles el traslado a otros centros del grupo. A esos empleados se sumarán otros 48 de otros centros de trabajo de la compañía en España, hasta alcanzar 114 despidos, el 8,1 por ciento de los 1.400 empleados que tiene la empresa en nuestro país. Altadis atribuye a la presión regulatoria -desde la llegada del actual Gobierno, ha habido tres subidas del impuesto a las labores del tabaco, y el Ministerio de Hacienda podría estar preparando la cuarta- y al aumento del contrabando las causas de esta reestructuración productiva y de personal. La propia Altadis estima que el 12 por ciento del mercado español está copado por tabaco ilegal, porcentaje que supera el 20 en Sevilla o Cádiz. En este sentido, la compañía reconoció en un comunicado que van a "cesar la actividad" ante la caída en un 40 por ciento del volumen de ventas de cigarrillos en los últimos cuatro años. La multinacional que preside Dominic Brisby, que lleva fabricando tabaco en Cádiz desde 1.741, ha denunciado en varias ocasiones que la política fiscal del Ejecutivo acabaría ahogando el mercado del tabaco en España. No en vano, el año pasado solicitó que se "congelase" durante dos años las alzas de impuestos a los cigarrillos ante el repunte del contrabando y criticó el "agotamiento" y "fatiga" fiscal que sufre el producto.