Sousa está desde ayer en funciones y debe someterse a la reelecciónEl presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, tiene cada día que pasa un poco más complicada su continuidad al frente de la empresa. Al margen de que la Fiscalía Anticorrupción, o incluso la CNMV, pudieran forzar su inhabilitación o de que el juez que instruye el concurso de acreedores pudiera apartarle, Fernández de Sousa se queda desde hoy tan sólo en funciones. Eso es debido a que concluye su mandato al frente de la compañía y debe someterse, por lo tanto, a la reelección en la próxima junta de accionistas, tal y como establecen los estatutos de la sociedad. El artículo 42 de los estatutos de Pescanova deja muy claro que "se establece en cinco años la duración del mandato de los consejeros", por lo que teniendo en cuenta que Manuel Fernández de Sousa obtuvo su último nombramiento como miembro de este órgano ejecutivo el 23 de abril de 2008, su mandato ha expirado ya. Su problema ahora es que tiene sólo un 7 por ciento del capital, frente a los accionistas críticos -Damm, Iberfomento y Luxempart- que aglutinan más de un 15 por ciento. Información al juzgado Pescanova entregó ayer por otro lado en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra la documentación adicional requerida por el juez, para dar curso a la solicitud de concurso voluntario de acreedores. El juez deberá ahora pronunciarse acerca de si acepta esa información o solicita otra nueva.