El proyecto de Ley, en el Senado, cede a los gobiernos regionales su regulaciónNo todo son parabienes en el recién aprobado plan de Fomento del alquiler de vivienda. El Proyecto de Ley de Medidas de Flexibilización y Fomento del Mercado del Alquiler ha desatado la preocupación de los propietarios de vivienda que arrendan sus casas a los turistas por temporadas cortas. En ese sentido, la ley que se plantea abre la puerta a impedir que particulares alquilen sus pisos a los foráneos. Según la patronal de las casas de alquiler vacacional (Asotur), la normativa contempla que las viviendas de uso turístico dejen de estar amparadas por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y pasen a depender de las distintas regulaciones autonómicas o sectoriales. Con esta medida, subrayan que el Ejecutivo favorece al sector hotelero a costa de empresas y particulares dedicados al sector, ya que limita el tiempo que un propietario puede arrendar su vivienda. La nueva legislación, aprobada ya en el Congreso y que se tramita ahora en el Senado, dejaría fuera unas 20.000 viviendas de uso turístico, y las pone al amparo de la regulación autonómica, "que en muchos casos no existe, como es el caso de la Comunidad de Madrid", denuncia el presidente de la Asociación de gestores de viviendas de uso turístico Asotur, David Tornos. Amparada por la LAU Hasta el momento, la legislación permite los alquileres de verano ya sean regulados por los gobiernos autónomos, como es el caso de Cataluña, o se amparan directamente en la LAU y el Código Civil, "que sí contemplan los alquileres de verano como una modalidad de arrendamientos por temporada", subraya Tornos. Según sus datos, la actividad de los alquileres turísticos beneficia a unas 150.000 personas en España, que ahora podrían quedar al margen de la legalidad si la normativa sale adelante. Como explicó el responsable de Asotur, los colectivos de propietarios de apartamentos creen que se trata de "un atentado al derecho de los propietarios de alquilar sus casas", dice, mientras señala con el dedo al sector hotelero. En ese sentido, David Tornos cree que detrás de toda esta polémica está la mano de los hoteles, que han denunciado en numerosas ocasiones al sector de intrusismo. De hecho, el Gobierno, en su Plan Nacional Integral de Turismo de junio de 2012, constató un "aumento cada vez más significativo" de estas prácticas, que calificó como "intrusismo y competencia desleal" para el turismo tradicional. La aparición de Internet ha favorecido que los particulares puedan publicitar su propiedad sin intermediarios. Sólo en Madrid, donde se contabilizan unas 3.000 viviendas en alquiler por días, la patronal hotelera ha denunciado que este negocio supone "una competencia desleal que escapa a todo tipo de control". Así, explican que muchos "no hacen facturas". Desde Asotur la visión es bien distinta y explican las peculiaridades de un negocio que pasa por ofrecer alojamiento no sólo vacacional en la playa, sino a empresarios, estudiantes, directivos que por un tiempo hacen un negocio fuera de su ciudad. "El visitante tiene el derecho de elegir dónde y cómo quiere alojarse", dice Tornos