El vicepresidente de Marsans, elegido para presidir la Cámara de Comercio de MadridSu nombre, Gerardo, significa "hábil con las armas" y está claro que Díaz Ferrán sabe defenderse, porque mal no le ha ido. Era sólo un niño cuando entró en el mundo de los negocios, ayudando a su padre en la empresa de autobuses de la familia. No dejó de estudiar por ello, y no sólo acabó el bachillerato sino que fue a la Universidad. Y, cuando cursaba la carrera de Ingeniería Técnia Industrial, conoció a un joven emprendedor que había fundado una empresa de importación y exportación y que también estaba habituado a compaginar los estudios con el trabajo.Aquel chico que intentó venderle lámparas halógenas para el negocio de su padre era Gonzalo Pascual, el que iba a ser su gran socio, hoy presidente de Viajes Marsans y de Spanair. Entre ellos surgió una gran amistad, quizá en parte por su visión empresarial, y los dos pidieron ayuda al padre de Díaz Ferrán para abrir su propia empresa. Tenían 25 años, mucho entusiasmo y probablemente un buen proyecto, porque lograron convencerle de que sus planes tenían futuro. Con su apoyo económico fundaron Trapsa, una empresa dedicada al transporte urbano en Madrid, pero que más adelante trabajaría también en el sector de los viajes, el de la publicidad y el de los seguros, entre otros.Aquel negocio prosperó, y con él lo hizo Díaz Ferrán. En los últimos años ha seguido creciendo: en marzo de 2001 fue nombrado vicepresidente primero de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid. En 2002 llegó a la presidencia de la CEIM (la Confederación Empresarial madrileña), puesto en el que ha sido reelegido en mayo de este mismo año. También es vicepresidente del Consejo Superior de Cámaras y de la CEOE y presidente de Asintra (la federación española empresarial de transportes de viajeros). Y desde el pasado 4 de julio sustituye a Fernando Fernández Tapias en la presidencia de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.Además es vicepresidente de Viajes Marsans, grupo formado por decenas de empresas, la mayoría de ellas pertenecientes al sector turístico, que facturó el año pasado 4.390 millones de euros. Junto con Gonzalo Pascual, presidente de Spanair, Díaz Ferrán cuenta con una pequeña participación en esta aerolínea, pero los altos cargos de la compañía noruega SAS, dueña de Spanair, delegaron en ellos su gestión. También con Pascual, Ferrán sacó a flote una compañía aérea en crisis, Aerolíneas Argentinas, de la que acaba de ser nombrado presidente.Personas cercanas a él lo definen como un hombre muy familiar, ¿le resultará fácil compaginar su vida personal con la profesional? El caso es que ha tenido tiempo de casarse y de tener tres hijos: Raquel (que se llama como su esposa), Gerardo y Marta. Y de hacer deporte: practica el esquí, el windsurf y la navegación. También le gusta la caza.Los que lo conocen bien explican que es un entusiasta de su trabajo y un hombre conciliador, que apuesta por el diálogo en lugar del enfrentamiento para solucionar cualquier problema. A sus 63 años, Díaz Ferrán ha recibido galardones de lo más variado: desde la Medalla de Oro al Mérito Turístico que recibió hace 10 años hasta el más reciente, que lo convierte en Caballero de la Orden de Carlos V.