Las dotaciones pedidas por Guindos lastran al sector a 'números rojos' históricosEl negocio de la banca en España cerró el año pasado como el peor de su historia. Las entidades perdieron 63.777 millones de euros, según los resultados preliminares manejados por el Banco de España. Estos números rojos son consecuencia, principalmente, del saneamiento acelerado que han tenido que realizar tras los decretos de Luis de Guindos para cubrir la exposición al segmento inmobilario. Pero en este deterioro también han influido otros factores, como el mayor coste de la financiación, la caída de la actividad y la subida de la morosidad debido a la crisis económica. Las pérdidas del sector se multiplicaron por más de cuatro con respecto a 2012 y sólo en el mes de diciembre alcanzaron los 35.605 millones. Las provisiones para ajustar el valor de sus activos, principalmente relacionados con el ladrillo, pasaron de los 125.258 millones a los 191.566 millones, es decir, poco más de 66.308 millones. Este volumen es prácticamente similar a las pérdidas netas. El agujero operativo es mayor, ya que casi todas las entidades se ven beneficiadas por ventajas fiscales, reducen los números rojos en la última línea de la cuenta de los resultados. Del total de las pérdidas, unos 19.000 millones corresponden a BFA-Bankia, según adelantó su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, en noviembre. Es la entidad que más se ha visto deteriorada en 2012. Su situación le ha llevado a reclamar unas ayudas públicas de 18.000 millones y a ser nacionalizada. La mayor parte de los grupos bancarios han registrado pérdidas. El Popular lo hizo por primera vez en su historia. Los dos grandes también. El negocio en nuestro país les ha reportado números rojos. Los únicos que hasta ahora han presentado cifras positivas han sido Caixabank, el Sabadell y Bankinter, aunque mínimas. Junto ha Bankia, serán las otras tres nacionalizadas las que más pérdidas presentarán. Banco Valencia ha sido el único que por ahora ha publicado sus cuentas, con un décifit de 3.600 millones de euros. Nacionalizadas Los planes de reestructuración aprobados por Bruselas reflejan unas pérdidas antes de impuestos para CatalunyaCaixa de entre 11.000 y 12.000 millones de euros. A esta cuantía habría que restarle las ventajas fiscales. Según el proyecto, la entidad que preside Adolf Todó no volvería a ser rentable, ejercicio en el que ganaría unos 200 millones. El grupo está en proceso de subasta, al que acuden como principales candidatos el Santander y BBVA, aunque exigen distintos beneficios fiscales para compensar posibles pérdidas ante la inexistencia de un esquema de protección, como en las pujas anteriores de entidades. En el plan de Novagalicia se contemplan unos números rojos antes de impuestos de entre 7.000 y 8.000 millones. En su caso, el proyecto recoge unas perspectivas más favorables, ya que en el presente ejercicio espera entrar en ganancias, con más de 10 millones. El conjunto del sector, al igual que Novagalicia, confía en que 2013 va a ser el ejercicio de la recuperación, en la que vuelvan a la senda de los beneficios. Sin el lastre de las provisiones prevén relevantes números negros, aunque estiman que será 2014 el año de la consolidación, cuando el negocio tome fuerza y su impacto se traslade a la cuenta de resultados.