El Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA) proyectan someter de nuevo a las grandes entidades financieras continentales a una prueba de resistencia en el mes de septiembre, informó ayer Reuters. La institución dirigida por Mario Draghi quiere involucrarse y tomar parte más activa en los test de estrés promovidos por la EBA, y con los que ya colaboraba, en vista a su futuro rol, ya que asumirá la supervisión de las principales entidades en 2014. "La preferencia es realizar la prueba de resistencia conjunta entre la EBA y el BCE, para evitar el daño reputacional de tener dos pruebas diferentes", dijo una fuente del banco central a Reuters. El primero en instaurar las pruebas de resistencia fue el Comité de Supervisores Bancarios Europeos (CEBS), antes incluso de crearse la EBA). Comenzó a realizar pruebas de estrés a los prestamistas más importantes, como Deutsche Bank, Santander y Unicredit en 2010. Sin embargo, el examen quedó en evidencia escasos cuatro meses después, cuando hubo que rescatar a la banca irlandesa para evitar su quiebra pese a que había superado sin problemas el test de estrés.