La organización del Mobile World Congress (MWC) aterrizó ayer en Barcelona con el propósito de batir récords no sólo en número de expositores y en participantes, sino también en ingresos para la ciudad. El mayor evento mundial de la telefonía móvil, que se celebrará entre el 25 y el 28 de febrero, supondrá un impacto económico para Barcelona de 301 millones de euros, un 9,5 por ciento más, según anunció John Hoffman, consejero delegado de GSMA, la asociación que engloba a las operadoras de móvil. Según sus datos, se crearán cerca de 6.500 empleos temporales, un 6 por ciento más, durante los días que dura la feria, que por primera vez se celebrará en el recinto ferial de Gran Vía 2. Hoffman explicó que la organización ocupará un total de 94.000 metros cuadrados y todos los recintos de exposición, un espacio que no pensaban ocupar hasta 2015. El consejero delegado avanzó que este año estarán presentes 70.000 delegados, de los que la mitad son altos ejecutivos de la industria. Como temas estrella, el MWC se centrará en el mundo de las aplicaciones y en el avance del sistema de mensajería instantánea Joyn.