El Eurogrupo aprueba los 1.865 millones de ayudas para otras cuatro entidadesLas señales son, a veces, casi tan poderosas como las decisiones. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, pidió ayer a sus socios europeos avances para poner en marcha la recapitalización directa de la banca vulnerable con los fondos de rescate europeos para enviar al mercado la "señal" de que se progresa en el proyecto de la unión bancaria. "Para España, más que la cuestión concreta de la recapitalización, lo fundamental es mandar una señal de que se avanza, de que se avanza en todo lo que es la unión bancaria. Eso es lo básico", afirmó a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo). El Eurogrupo autorizó, como estaba previsto, el desembolso del segundo tramo de fondos a España por valor de 1.865 millones de euros para Liberbank, Caja3, BMN y Caja España/Duero. La Comisión Europea publicará hoy el segundo estudio sobre el cumplimiento de España de las condiciones vinculadas al programa de ayuda, previo a que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) de luz verde final a las ayudas el 28 de enero. Relevo en el Eurogrupo Era el día del relevo al frente del Eurogrupo y, como estaba previsto, no fue un "paseíllo". El ministro holandés de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, tuvo que dar lo mejor de sí mismo para explicar a sus homólogos de la zona euro que es una persona de fiar para sustituir al veterano Jean Claude Juncker. Aunque el acuerdo informal ya estaba casi hecho, pues la elección sólo requiere de una mayoría simple de los Estados miembros para salir adelante, al cierre de esta edición los Diecisiete todavía estaban inmersos en el escrutinio del programa del recién llegado. Pero a su entrada a la reunión de Bruselas, cada uno puso las cartas sobre la mesa. El ministro holandés de Finanzas advirtió que no ve "ningún conflicto" entre las distintas posturas dentro del grupo del euro a la hora de priorizar consolidación y medidas de inversión para el crecimiento y el empleo. "Creo -dijo- que eso es algo sobre lo que hay una visión compartida entre todos los ministros de Finanzas del Eurogrupo. Tenemos que trabajar en la recuperación, eso nos ayudará enormemente a incentivar el crecimiento y el empleo. No veo ningún conflicto en ese punto. Creo que tenemos que equilibrar los dos intereses". "España va a escuchar lo que es el programa del ministro holandés. Es un puesto importante en el que tiene que representar a todos los miembros del Eurogrupo", apuntó por su parte Luis de Guindos. Aunque España no tiene intenciones de vetar -entre otras cosas porque no hay unanimidad-, se ha mostrado incómoda con esta nueva elección de un nórdico, tras haberse quedado sin representante en el directorio del BCE con la salida de José Manuel González Páramo. Tampoco es del agrado de Madrid que para presidir el Eurogrupo sólo se haya contemplado un candidato proveniente de un país con triple A, sin tener en cuenta la ortodoxia que España ha demostrado a la hora de aplicar las reglas que le han impuesto y el esfuerzo presupuestario de 25.000 millones aportados para el rescate de Grecia. El titular galo, Pierre Moscovici, fue el más estricto y, aunque reconoció que el joven Dijsselbloem (46 años, ministro de Finanzas desde noviembre) es "simpático", deseó que "sepa recoger la herencia" de su antecesor, Jean Claude Juncker, un hombreque "ha encarnado un modelo de presidencia equilibrada entre el norte y el sur de la Eurozona. Entre consolidación y crecimiento, entre las sensibilidades francesa y alemana, podríamos decir". Quedó claro el respaldo absoluto del ministro alemán, Wolfgang Schauble: "No creo que quien esté al frente del Eurogrupo deba dar directrices política a los gobiernos".