El sistema gasista cuenta con 6 regasificadoras de las 17 de Europa y el suministro de 13 paísesLos almacenamientos tienen capacidad para 20 días si se corta completamente el abastecimientoEspaña no tendrá problemas de suministro de gas. El conflicto que Argelia atraviesa con el ataque islamista a la planta de In Amenas no afectará al abastecimiento de nuestro país, pese a que se trata de nuestro principal proveedor, con una cuota que alcanzó el 50,8 por ciento en octubre, aunque repercutirá en los precios de los mercados internacionales. La razón para que la preocupación no se haya extendido en el sector energético español es el fuerte mallado del sistema gasista, que se ha dotado de una extensa red de infraestructuras y recibe hidrocarburos de 13 países. Además, la regulación nacional es particularmente exigente en asuntos relacionados con las reservas estratégicas así como la obligada diversificación para los comercializadores. De este modo, España dispone de gas en almacenamientos subterráneos para, al menos, 20 días, tal y como le obliga la Ley de Hidrocarburos. A esta cantidad se suma un factor geoestratégico clave y es que nuestro país cuenta con seis instalaciones de regasificación de las 17 que hay en toda Europa y estas plantas tienen, a su vez, tanques donde almacenan gas natural licuado. Además, estas plantas están operando a la mitad de su capacidad. El sistema gasista español dispone de más de 9.540 kilómetros de gasoductos de transporte, más de 60.000 kilómetros de gasoductos de distribución, tres almacenamientos subterráneos (estando otros dos preparándose para entrar en operación en Marismas y Castor), tres yacimientos y seis conexiones internacionales, además de otras instalaciones auxiliares, estaciones de compresión y plantas satélite de Gas Natural Licuado. Según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), en el último año móvil (octubre 2011-octubre 2012) España compró el 40,7 por ciento del gas que consumió a Argelia. En conjunto, nuestro país gastó un total de 8.169 millones de enero a octubre y de este total el 45 por ciento se abonó a Argelia, con lo que la factura con este país asciende a 3.684,2 millones en diez meses y a 4.449,3 millones en los últimos doce meses. Es significativo que una cuarta parte del suministro de Argelia a España llega a través de los buques metaneros, lo que hace muy fácil recibir este gas de otro país y además empresas como Gas Natural Fenosa y Repsol son algunos de los mayores operadores de este negocio en el mundo. España importa el 72 por ciento de gas natural por barco y el 28 por ciento restante por gasoducto. Además, es el principal país europeo importador de Gas Natural Licuado por barco y el tercero a nivel mundial. Según los últimos datos de la CNE, hasta julio se realizaron 23 descargas de GNL y 2 recargas para reexportaciones de barcos a otros mercados, uno en Huelva y otro en Cartagena, por un total de 1.656 GWh -gigavatios/hora-. Esta tendencia de sacar gas del mercado nacional no ha remitido este año y seguirá incrementándose en los siguiente ejercicios por los contratos de compra que mantienen firmados las eléctricas. Según el Plan Anual de Descarga que elabora Enagás, España prevé vender este año, al menos, 12 barcos metaneros a otros mercados, con lo que en caso de que existiera una situación de crisis de suministro con Argelia se podrían revocar estos acuerdos de venta o comercializar menos barcos. Por otro lado, la situación geográfica de España y su aislamiento energético ha hecho que se haya avanzado mucho en interconexiones internacionales en los últimos años. Los gasoductos con Argelia, Marruecos, Francia y Portugal también suponen una garantía de suministro. La entrada en funcionamiento del Medgaz, con una capacidad de 8 bcm (8.000 millones de metros cúbicos) y los 12 bcm de la interconexión Argelia-Marruecos-España, convierten a España en el país idóneo para el tránsito del gas hacia Europa, con el objetivo de reducir la dependencia de Rusia. La única pega es que en ambos casos el gas procede de Argelia. Ante un agravamiento de la crisis, España también cuenta con el refuerzo de la interconexión con Francia y Portugal. Desde principio del pasado año, en la conexión por Larrau, las importaciones crecieron un 75,1 por ciento (de 11.595 a 20.298 gigavatios/hora -GWh-), mientras que en Irún pasaron de 0 a 1.075 GWh. Además, las exportaciones de gas natural -en contraflujo- hacia Francia se han reducido de 2.630 gigavatios/hora hasta casi cero (14 GWh). Por otro lado, aunque el conflicto aún está lejos de resolverse, no hay que perder de vista que de momento tan sólo está afectada la planta de Statoil y BP al Este de Argelia, cerca de la frontera con Libia. No obstante, el potencial de la instalación no es baladí, ya que supone una décima parte de la producción total de gas de Argelia, con 160.000 barriles de petróleo equivalente por día, y el 18 por ciento de las exportaciones de Argelia, lo que equivale a ingresos anuales de unos 3.900 millones de dólares. En cualquier caso, los resultados a corto plazo serán que España y sobre todo Italia -que ya ha registrado una reducción del flujo de entrada de gas-, los países más expuestos a Argelia, "comprarán más gas natural licuado y más gas ruso", tal como explicó Trevor Sikorski, analista de Barclays Capital. "No hay de momento un impacto masivo en los precios del gas, aunque el mercado vigila de cerca la situación", apuntó. Y es que Argelia es el tercer proveedor de gas de Europa y el octavo productor mundial de gas. El país norteafricano se halla además entre los 20 mayores productores mundiales de petróleo. Los analistas están inquietos por si el ataque a la planta de In Amenas no es un acto aislado y anuncia una ola de operaciones similares contra infraestructuras argelinas o libias. De hecho los servicios de inteligencia europeos están siguiendo con gran atención los movimientos, incluido el CNI español. La AIE alerta de los efectos Por otra parte, la Agencia Internacional de la Energía aseguró ayer que la toma de rehenes por parte de islamistas arroja "una nube negra sobre las perspectivas del sector energético del país" y afectará a la producción de hidrocarburos. La producción de crudo argelino fue estable el mes pasado (1,18 millones de barriles al día), pero para el mes siguiente perderá la producción de la gran planta de In Amenas. Tras el "secuestro y asesinato de empleados petroleros extranjeros", la AIE recuerda que la producción del yacimiento ha sido detenida, provocando una reducción de la producción de condensados, es decir, de los hidrocarburos líquidos similares al petróleo crudo "estimada en 50.000 barriles diarios". En concreto, el petróleo y el gas representan el 98 por ciento de las exportaciones argelinas, entre el 40 y el 45 por ciento del PIB del país y más de dos terceras partes de sus ingresos presupuestarios, según cifras del Fondo Monetario Internacional, lo que explica la rápida reacción de las Fuerzas Armadas argelinas. Argelia supera los límites Argelia ha pasado de una cuota de mercado en España de un 35 por ciento a un 50,8 por ciento en el último mes de octubre, con lo que ha sobrepasado la limitación al 50 por ciento impulsada en la última reforma de la Ley de Hidrocarburos, aunque no se incumple la normativa. Esta limitación está fijada para la cuota anual, donde Argelia se encuentra en un porcentaje del 40,7 en los últimos doce meses, es decir, aún queda lejos del 50 por ciento. El Gobierno anterior también puso coto al crecimiento de Sonatrach en España al aprobar un decreto que limitaba el crecimiento del grupo. Sin embargo, y tras las presiones del Gobierno argelino, el exministro Joan Clos retiró estos requisitos. A continuación, Miguel Sebastián, durante su paso por el Ministerio de Industria, quiso arreglar este desaguisado con nuevas limitaciones y advirtió a Argelia de que tendría que llegar a un acuerdo con España sobre los contratos de compra a largo plazo. Con estos cambios, el Ejecutivo quiere poner coto al constante tira y afloja de Argelia en las negociaciones de gas, un hecho que ya parece olvidado tras los últimos acuerdos firmados entre Gas Natural y la argelina. La gasista española acaba de entrar en Medgaz y ha ampliado su alianza con el grupo argelino.