La inmobiliaria ha logrado un acuerdo con cinco de los siete bancos acreedoresLas negociaciones in extremis de Realia con sus bancos acreedores antes de las campanadas de Fin de Año para evitar acudir el preconcurso han dado resultados... al menos de momento. La inmobiliaria que preside Ignacio Bayón ha ganado tiempo y finalizará el proceso de reestructuración de su deuda vinculada principalmente con el negocio promotor antes del próximo 27 de marzo, tras lograr un acuerdo con cinco de las siete entidades financieras participantes en el crédito. La firma participada por Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y Bankia afrontaba un vencimiento de 1.001 millones este 31 de diciembre, de los que 846,6 millones (préstamo promotor) están pendientes de amortizar. Las cinco entidades agrupadas en un sindicato que lidera Bankia (con un 27,65 por ciento del accionariado) y que han accedido representan el 93,55 por ciento de la deuda bancaria dispuesta. Además de Bankia, están presentes otras grandes entidades como Banco Santander y BBVA. Realia no ha querido desvelar los nombres de las dos entidades díscolas, aunque los escasos títulos que obran en su poder no parece que vayan a complicar un acuerdo que podría cerrarse con anterioridad a la fecha de vencimiento del compromiso de espera suscrito. Reacción en bolsa Según el comunicado enviado ayer por la dirección de Realia a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), "en virtud del compromiso alcanzado, las entidades financieras firmantes han acordado no reclamar, durante su vigencia, el pago del principal de la deuda de la compañía". Nada más conocerse, la noticia, las acciones de la inmobiliaria subieron en bolsa hasta un 10,47 por ciento (0,95 euros el valor del título), pero fue sólo un espejismo y la jornada acabó con una caída del 12,79 por ciento. Una vuelta a la realidad, ya que según los analistas, si bien este balón de oxígeno es importante y permite ganar tiempo para evitar seguir el camino de otras inmobiliarias, la verdad es que el problema queda aplazado a futuro y no soluciona cuestiones capitales como es la mejora de los recursos propios de la sociedad. Las negociaciones para Ignacio Bayón no ha sido fáciles. En el camino se ha tenido que enfrentar a problemas externos, como la nacionalización de Bankia y el traspaso de activos a la Sareb (banco malo), o el preconcurso de acreedores de Reyal Urbis, y otros de índole interna, como son las pérdidas de 14,4 millones de euros en los nueves primeros meses del año y un mercado inmobiliario estancado. Según los datos de la cotizada, hasta septiembre de este año sólo se vendieron 63 pisos por un valor de 11,1 millones de euros. Las preventas en junio estaban en 55. Además, en ese mes Realia soportaba un endeudamiento de 2.169 millones de euros. "Lo ideal hubiera sido cerrar ya la operación", reconocen fuentes de la inmobilaria, que sin embargo se atreven a alejar el fantasma de la quiebra. Para complicar aún más el camino, los rumores sobre la posibilidad de que FCC comprara las acciones en manos de la caja madrileña se quedaron sólo en rumores, ya que la constructora vive su propio viacrucis que le ha obligado a eliminar el dividendo a cuenta de 2012. En el comunicado enviado este mes al órgano regulador, la empresa de Baldomero Falcones atribuía la medida "a diversos factores que están provocando una contracción de los recursos generados por el grupo y la necesidad de asumir pérdidas, como consecuencia del saneamiento de determinados activos de la compañía". Las posibilidades que hay ahora sobre la mesa son varias y pasan desde transformar deuda en acciones, una vía que no gusta pero que está sobre la mesa o es el traspaso de activos. Lo que sí está claro es que, con gran parte de las inmobiliarias en manos de la banca, se augura una reestructuración empresarial que parece inevitable. A su favor, Realia cuenta con activos de gran valor en París y es propietaria de una de las Torres Kio de Madrid, la otra torre gemela es de Caja Madrid.