También se han registrado cortes de suministro en Barcelona y Gironamadrid. Más de 50.000 personas han sufrido desde el pasado domingo por la noche cortes en el suministro eléctrico. El primero de los problemas se produjo sobre las 23 horas del lunes en una subestación de Iberdrola en la calle Buen Suceso y el segundo alrededor de las 10.30 horas de ayer en un transformador de Unión Fenosa de la calle Hileras, que dejó sin luz a 440 clientes. La Dirección General de Industria de la Comunidad de Madrid ha decidido abrir una investigación para conocer las causas exactas de los incendios ocurridos en las últimas horas. Mientras Iberdrola aseguró que los problemas en su subestación se debieron a un cortocircuito en una galería de cables, Unión Fenosa no ha podido todavía concretar el origen del fuego en su transformador. La Comunidad de Madrid investigará también el incendio de un cable de baja tensión en Ciudad Universitaria, ocurrido al parecer por una sobrecarga.Los cortes de electricidad no se quedaron sólo en la capital. Barcelona también registró cortes en L'Eixample y en Gerona se produjeron también apagones. Esta zona ya cuenta con la advertencia de Red Eléctrica, ya que al no haberse contruido la interconexión con Francia registra problemas de suministro habituales.Iberdrola ha puesto unidades móviles y ha mantenido abiertas las oficinas para atender las reclamaciones que los clientes quieran presentar por los daños sufridos. Han puesto también un teléfono de atención al cliente al 901 202020 y están tratando de ubicar grupos electrógenos para realizar las reparaciones necesarias. Ayer por la tarde, Iberdrola todavía tenía a 3.000 personas sin suministro eléctrico.Los cortes de suministro no dejan de sucederse este verano. El pasado 11 de julio se quedaban sin electricidad varios barrios de Zaragoza y varias localidades de la provincia de Toledo, también suministradas por Iberdrola.Red Eléctrica informó ayer de que se ha batido un nuevo récord de consumo eléctrico de verano al alcanzar los 40.730 MW, lo que supone un 4,5 por ciento más que en el verano pasado.