La compañía vuelve a intentar que el Gobierno frene el poder de Florentino Pérez en la eléctricaLa constructora, EDF y La Caixa se dan entre uno y dos meses para decidir el mapa energéticomadrid. Iberdrola vuelve a la carga para frenar los deseos de ACS de hacerse con el control de la eléctrica. La compañía presidida por Sánchez Galán ha presentado dos recursos ante el Ministerio de Industria por la decisión de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) de no impedir a ACS llegar hasta el 30 por ciento de su capital y por no rebajar los derechos de voto del actual 10 al 3 por ciento. Los recursos se registraron en el departamento dirigido en funciones por Joan Clos el pasado 10 de marzo, curiosamente un día después de las elecciones. Ahora habrá que esperar un máximo de tres meses para conocer la decisión de Industria, que probablemente en ese momento tenga ya un nuevo titular de esa cartera. Se da, además, la circunstancia de que la petición se ha presentado sólo once días más tarde de que el Consejo de Administración del regulador, presidido por Maite Costa, decidiese mantener las condiciones que actualmente tiene ACS en el seno de Iberdrola. La empresa de Florentino Pérez controla alrededor del 12,5 por ciento. Sánchez Galán pretendía que la CNE impidiese al grupo de construcción hacerse con más de un 10 por ciento de su capital debido a su presencia en el sector eléctrico, a través del 45 por ciento que tiene en Unión Fenosa. De esta forma, la eléctrica quería que quedase invalidada la autorización con- cedida por primera vez en noviembre de 2006, que dejaba vía libre a los de Florentino Pérez para alcanzar la participación máxima para no tener que lanzar una opa. Además, la compañía de origen vasco también solicitaba a los de Maite Costa que limitasen los derechos políticos de la constructora al 3 por ciento. Una petición que de nuevo ha sido desestimada por el regulador, al considerar que "la mera existencia de conversaciones entre ACS y EDF no supone una modificación de los presupuestos esenciales tenidos en cuenta al otorgar la autorización del ejercicio de derechos de voto a ACS". La decisión se tendrá que tomar presumiblemente en medio del abordaje a Iberdrola que podría producirse dentro de, como mínimo, un mes. Según fuentes próximas a la operación consultadas por este diario, tanto ACS como EDF y La Caixa esperarán a que se constituya el Gobierno para iniciar la reordenación del mapa eléctrico. Para triunfar en una compra de este calado es imprescindible contar con el visto bueno del Ejecutivo y evitar que éste ponga chinas en los zapatos de los posibles compradores, como ya pasó con E.ON en Endesa. Pero en este duelo podría entrar un cuarto agente: Unión Fenosa. Según fuentes consultadas, Lazard estaría promoviendo la venta de la eléctrica a EDF para, con el dinero que consiga ACS, poder desembarcar con más fuerza en Iberdrola. La eléctrica de López Jiménez está valorada en más de 15.000 millones, lo que supondría un ingreso de más de 7.000 millones para ACS. Con este capital, el grupo de construcción podría alcanzar una participación de casi el 30 por ciento. En caso de salir adelante esta vía, tampoco el planteamiento convencería a Iberdrola, ya que supondría trocear la compañía. La segunda alternativa es la adelantada por elEconomista en su día, y consistiría en que Iberdrola promoviese una fusión con Gas Natural, que permitiría crecer en España al resto de agentes del sector, y que La Caixa pueda ofrecer una solución de futuro para la gasista, tras el fracaso de la opa a Endesa.