La aerolínea regional presenta un plan de reestructuración "para asegurar la viabilidad"La compañía Air Nostrum, franquicia de Iberia para vuelos regionales, presentó ayer un plan de reestructuración, el segundo este año y el tercero desde 2009, para "asegurar la viabilidad" y volver a beneficios en 2015, según explicó su consejero delegado, Carlos Bertomeu, en sucesivas reuniones con los directivos, el comité de empresa y periodistas. El plan no contempla despidos, pero sí una reducción salarial de entre el 25 y el 50 por ciento, en función de los puestos, después de recuperar la jornada completa, disminuida a lo largo de este año por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) rotatorio. La plantilla de Air Nostrum está compuesta por 1.779 trabajadores, 456 de ellos pilotos, después de que este año la hayan abandonado 110 -50 de ellos pilotos-, tras la puesta en marcha del ERTE. El expediente ha supuesto un ahorro de unos 11 millones de euros. Según Bertomeu, la viabilidad de la empresa pasa por ajustar los costes unitarios a la caída de los precios y la demanda. Con la rebaja de sueldos, la compañía controlada por Nefinsa (Serratosa) reducirá los costes salariales en 22 millones, un 30 por ciento, aunque ni siquiera con ello garantiza la rentabilidad en todos los aviones. El aumento del coste del combustible, la continua caída del número de pasajeros y, sobre todo, el descenso del ingreso medio por pasajero son los motivos que, según Bertomeu, harían perder 77 millones de euros a Air Nostrum en 2013 si no se tomasen medidas. Con el plan de reestructuración, las pérdidas quedarán en 38 millones, dos menos que en 2012, año en el que las medidas adoptadas en enero también han logrado contener la sangría. La aerolínea valenciana prevé cubrir las pérdidas con financiación de proveedores de flota, a los que pedirá aplazar los pagos hasta 2015. Con Bombardier ya acordó este año retrasar la entrega de aeronaves. 'Banco malo' de aviones Otra medida del plan es la división de la compañía en dos áreas de negocio, según el tipo de avión, una "eficiente si se ponen los costes unitarios adecuados", según Bertomeu, y la otra que seguirá siendo ineficiente en todo caso. La primera corresponde a los aviones de 100, 90 y 72 plazas, que ahora son 26 y en 2015 serán 38. Cubrirán las líneas que Air Nostrum ha establecido como únicas rentables "en esta época de volverse a los cuarteles", que son las conexiones de ciudades con el hub de Madrid para dar tráfico a Iberia -Bertomeu cree que los cambios en IAG no afectarán al contrato- y los "nichos", como Baleares. La segunda área es la que Bertomeu denominó "el banco malo", los aviones de 50 plazas -tiene 30, que reducirá hasta siete en 2015-, que "ya no valen" para vuelos regulares, salvo excepciones. Para ellos ha creado líneas de negocio con los que obtener algún ingreso, como el alquiler con o sin tripulación a otras compañías "admitiendo un quebranto muy importante" -ya tiene cuatro-, y los vuelos chárter. En 2013 buscará arrendatarios en países como Ghana, Marruecos y Panamá.