Indra tuvo un resultado atribuible de 93,3 millones de euros en el primer semestre del año, un 36 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior aunque sus ingresos crecieron un 10 por ciento hasta los 2.120,8 millones de euros, informó ayer la multinacional española de tecnologías de la información. Los resultados incluyen unos gastos extraordinarios de 27 millones de euros y en el último trimestre prevé otros 3 millones de euros extraordinarios más. Excluyendo estos costes, el beneficio atribuido recurrente es de 114,8 millones de euros, un 21 por ciento menos. Asimismo, sin tener en cuenta el efecto de las compras de Galyleo en Italia, Politec en Brasil e Indra Navia en Noruega, los ingresos se hubieran mantenido. La contratación en el periodo alcanzó los 2.430 millones de euros, un 12 por ciento más que hace un año y un 2 por ciento excluyendo el impacto de las adquisiciones, y la cartera de pedidos se situó en 3.543 millones de euros, un 13 por ciento más. Las ventas en el mercado internacional crecieron un 48 por ciento.