La cadena de droguerías alemana factura 318 millones en la Península IbéricaAlemania no siempre gana. Lo ha demostrado la cadena de tiendas de descuento Dia, que ha aprovechado la complicada situación financiera por la que atraviesa el grupo de droguería germano Schlecker, en concurso de acreedores, para quedarse sus 1.168 tiendas en la Península Ibérica - 1.127 de ellas en España-, además de cuatro centros de distribución. Es una operación redonda porque a pesar del tamaño de la red y de que la filial factura 318 millones de euros, Dia ha pagado tan sólo 70,5 millones, libre además de deuda. Como resultado de la misma, Dia contará en España con más de 4.000 tiendas y 21 almacenes, mientras que en Portugal la red superará los 600 locales y 4 centros de distribución. "Esta operación demuestra la confianza de la compañía en las posibilidades de desarrollo en España y Portugal, donde a pesar de un contexto económico difícil, vemos oportunidades de crecimiento, reforzando nuestro liderazgo y apuesta por los formatos de proximidad, añadiendo a nuestro negocio un canal especializado de distribución", aseguró ayer Ricardo Currás, consejero delegado de la empresa. La apuesta permite además a Dia ampliar su oferta comercial a los consumidores en productos de hogar, belleza y salud. En quiebra Schlecker, que está en proceso de liquidación, entró en concurso de acreedores en enero, dejando a miles de personas sin empleo en Alemania. En los últimos meses, la administración concursal ha estado negociando la venta de varios de sus activos, incluida su filial en España, que emplea a cerca de 3.400 personas, y está preparando la liquidación del resto. Arndt Geiwitz, administrador de la sociedad, reconocía en una entrevista con elEconomista el 5 de julio que España es el mercado en el que "más éxito" ha tenido el negocio, con un ebitda (resultado bruto operativo) de 33 millones de euros en el último ejercicio, un 3,1 por ciento más que en 2010 a pesar de la crisis. Geiwitz mostraba ya entonces su confianza en poder cerrar la venta del negocio tanto en España como en Portugal en el plazo máximo de un año, expresando además su preferencia porque la empresa fuera adquirida por un grupo de distribución y no un fondo de inversión o de capital riesgo. Los administradores destacan la independencia que ha mantenido tradicionalmente la división española con respecto a la central en Alemania, desde su desembarco en el mercado nacional en 1989, con la adquisición de Casbor, manteniendo en todo momento un índice aceptable de rentabilidad. Cierre en Alemania En el mercado alemán, sin embargo, la situación es completamente distinta a España. La empresa no es rentable y los administradores han optado por el cierre de la totalidad de sus tiendas, en torno a 6.000 establecimientos, y la consecuente salida de 24.000 empleados. Schlecker ha vendido ya el negocio en Francia y la República Checa y está pendiente ahora tan sólo de qué hacer con los que le quedan en Luxemburgo, Bélgica, Austria e Italia. En el mercado alemán, el cierre está siendo progresivo y la idea es que a 31 de diciembre de este año queden tan sólo 491 establecimientos y 4.934 empleados. La cadena de supermecados Dia mantiene por su parte una posición financiera envidiable en el mercado. La empresa ha multiplicado por siete su beneficio neto en el primer semestre del año, hasta los 49,3 millones de euros. Sus ventas ascendieron a 5.749 millones de euros, un 6 por ciento más que en el mismo periodo de 2011. Según explicó la compañía que dirige Currás en la presentación de los resultados, el buen comportamiento de sus ventas viene impulsado por el negocio en España y Portugal, y en países como Argentina y Brasil. A pesar de la situación de crisis en España, la compañía consiguió que repunten sus ventas en el país un 6 por ciento, hasta los 2.413 millones. España supone ahora el 42 por ciento de las ventas, aunque una vez que Competencia dé la luz verde a la compra de Schlecker ese porcentaje subirá.