Los trabajadores de Garoña respiran desde ayer un poco más tranquilos por su futuro, después de que Nuclenor, la empresa propietaria, les comunicase que, pese a no haber solicitado la prórroga, no da por cerrado el reactor más allá de 2013. En una reunión con el comité de empresa, la dirección de la compañía hizo una "descripción"de la situación operativa, legal y regulatoria de la central tras la reforma energética, según fuentes conocedoras del encuentro. En este sentido, la compañía sigue estudiando la presentación de un recurso de alzada contra la denegación por parte del Ministerio de Industria de la ampliación del plazo para presentar la prórroga, que venció el pasado 5 de septiembre. La empresa supedita este recurso a "hacer cuentas" sobre la viabilidad económica de la explotación tras los nuevos recargos fiscales. Aunque el cálculo del primero de los tres impuestos es sencillo, el 6 por ciento de la producción, Nuclenor espera que el Gobierno aclare el impacto tributario sobre la producción de residuos y el de almacenamiento, ya que éste último ya existe y se va a armonizar.