El presidente asegura que se ha mejorado la gobernanzaEnagás ha entrado en una nueva etapa de su historia empresarial marcada por la configuración de un accionariado con pocos socios de referencia y por un creciente free float, tras la salida del capital de varias cajas de ahorros y la incompatibilidad de otras como miembros del consejo de administración. Para responder a este nuevo escenario accionarial, el grupo ha reforzado el cumplimiento de las mejores prácticas de gobierno corporativo, en las que viene trabajando desde hace varios años, y se encuentra ya en la vanguardia entre las empresas del Ibex dentro de este ámbito, indicó su presidente, Antonio Llardén. Llardén explicó que la creciente influencia de las agencias de proxy, dedicadas a elaborar informes de buen gobierno con recomendaciones a los accionistas acerca de la orientación del voto en las juntas, ha servido de estímulo a Enagás para mejorar su cultura empresarial y adoptar medidas novedosas, entre ellas el nombramiento de un nuevo consejero delegado, Marcelino Oreja Arburua. Este mes, Sagane ha vendido su 5 por ciento en Enagás, mientras que Liberkank (Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria) y Kutxabank han dejado el consejo por las nuevas incompatibilidades recogidas en la Ley de Hidrocarburos, aunque mantienen un 5 por ciento cada una. De esta forma, se deshace uno de los principales núcleos de poder en Enagás, en la que Sepi y Oman Oil, con un 55 por ciento cada uno, se quedan como accionistas significativos.