La farmacéutica británica ficha como máximo responsable al francés Pascal Soriot, actual jefe de Roche PharmaLa farmacéutica británica AstraZeneca -la número dos en el Reino Unido tras GSK- ya tiene nuevo presidente ejecutivo. Se trata del francés Pascal Soriot, hasta ahora número dos de su rival Roche, donde era desde 2010 el máximo responsable de Roche Pharma, la división farmacéutica de la compañía suiza. El fichaje de Soriot, de 53 años, se produce tras la precipitada salida el pasado 1 de junio del anterior presidente ejecutivo, David Brennan, al que tras seis años en la empresa, muchos acusaban de no haber logrado remontar el vuelo de la compañía. Tras la salida de Brennan, fue el director financiero Simon Lowth el que tomó las riendas de la compañía y al que muchos situaban como nuevo presidente. Sin embargo, en un golpe de efecto, la británica ha decidido confiar su futuro a un directivo con gran experiencia en el sector -trabaja en la industria farmacéutica desde 1986- y que hasta ahora manejaba una división de similares características a su nueva compañía. La división farmacéutica de Roche tuvo el pasado año una facturación de 34.000 millones de dólares, muy similar a la de AstraZeneca. "Durante toda mi carrera he tenido un gran respeto por la gente de AstraZeneca y lo que lograron", han sido las primeras palabras de Soriot, quien tomará posesión de su nuevo cargo el 1 de octubre. "Nadie es ciego a los retos que afronta el sector farmacéutico y de la empresa, pero las fortalezas que tiene AstraZeneca para poder cumplir con su estrategia de crecimiento son evidentes", ha asegurado el francés como punto de partida de su nuevo puesto. Etapa de recortes La tarea que tiene por delante el nuevo responsable de AstraZeneca es cuanto menos inquietante. La farmacéutica de origen anglo-sueca viene de sufrir una ola de vencimientos en las patentes de sus medicamentos clave, lo que expone al grupo a la competencia genérica y a un descenso en las ventas. En los resultados del primer semestre del año, AstraZeneca obtuvo un beneficio neto de 3.504 millones de euros, un 23 por ciento menos que en el mismo periodo de 2011. Además, la compañía ha anunciado la supresión de 7.300 empleos en los próximos dos años.