El móvil de última generación de Samsung, el Galaxy SIII, se parece mucho al iPhone 4S de Apple, pero según falló ayer un tribunal de Seúl, la empresa surcoreana no ha violado el diseño del iPhone. La resolución surcoreana llega cuando los dos titanes tecnológicos están inmersos en una batalla global por sus patentes, lo que refleja una rivalidad por la supremacía de la industria entre las dos empresas que controlan más de la mitad de las ventas mundiales de smarphones. El juez dijo que era difícil decir que los consumidores podrían confundir el iPhone con el Galaxy dado que ambos mostraban claramente el logotipo de sus respectivas compañías, y los consumidores también tienen en cuenta el sistema operativo, la marca, los servicios y el precio. El juez ordenó que Samsung parase inmediatamente de vender 10 productos, incluido el Galaxy SII, y también bloqueó las ventas del iPhone 4 y el iPad 2. El tribunal falló que Apple infringió dos patentes de tecnología sin cables de Samsung y se le ordenó pagar a Samsung 28.000 euros. La compañía surcoreana también fue multada con 17.500 euros por violar una patente de "choque y rebote".