Pretende ingresar hasta 3.500 millones con la colocación en el mercado de un 30% del capitalSerá el mayor estreno bursátil de la historia del país, previsto para septiembre u octubreBanco Santander ultima la salida a bolsa de su filial mexicana. El objetivo del grupo es colocar parte de las acciones de esta división en el mercado azteca y neoyorquino después de verano. En las últimas semanas trabaja para poder culminar con éxito la operación, que será la mayor oferta pública de venta de la historia del país centroamericano. Con la venta pretende captar entre 2.500 millones y 3.500 millones de euros (3.000 milonesy 4.300 millones de dólares) en función de la demanda y el precio de cada título, según los expertos. Para Bloomberg, el objetivo es lograr unos 3.200 millones de euros (4.000 millones de dólares) a través de la desinversión de entre el 25 y el 30 por ciento del capital. Estos recursos servirán al Santander para completar todo el saneamiento exigido por el Gobierno por su exposición inmobiliaria. A cierre de junio, el banco cántabro tenía todavía pendiente el 30 por ciento de las necesidades de capital y provisiones, es decir, unos 2.600 millones brutos. La intención era cubrir buena parte de estas exigencias derivadas de los dos decretos de Luis de Guindos con desinversiones. Este verano ya ha alcanzado un acuerdo con Deutsche Bank para traspasar una cartera de seguros de vida riesgo individual en España y Portugal por 490 millones (337 millones de plusvalías). Tras esta venta, el esfuerzo es menor y se sitúa en 2.100 millones de euros, por lo que cuenta con un amplio margen en la salida a bolsa de México, tanto para la fijación del precio como por el porcentaje que finalmente coloque en el mercado, siempre y cuando las condiciones lo permitan. El Santander anunció ayer que en los próximos días enviará a las autoridades bursátiles mexicanas y estadounidense el folleto de la colocación, donde explicará las condiciones de la misma. En todo caso, matiza que en cualquier caso "mantendrá la mayoría de control" de la división. El responsable del grupo para Latinoamérica, Jesús Zabalza, ha reconocido públicamente en alguna ocasión que el banco estaba preparando la desinversión de en torno a un 25 por ciento de la subsidiaria azteca para finales de este ejercicio. El debut, por tanto, se podría producir a lo largo del mes de septiembre o, a más tardar, en octubre, en función de las circunstancias. Con las valoraciones preliminares, la valoración de Santander México asciende a una horquilla de entre 12.000 millones y 17.200 millones de euros. Es decir, por encima de tasación en libros, teniendo en cuenta la compra que realizó el propio banco sobre un 25 por ciento del capital que estaba en manos de Bank of América en 2010. Pagó 2.500 millones de euros por este porcentaje, por lo que el valor total alcanzaba los 10.000 millones, como mínimo un 20 por ciento inferior a lo que ahora estipula el mercado. Según la prensa local, el Santander, Deutsche Bank y UBS encabezan la operación de venta de títulos, con mandatos para Bank of America Merrill Lynch y JP Morgan como otros bancos internacionales hasta ahora y que Ixe, Banamex, GBM y BBVA Bancomer han sido escogidos para la colocación local. La salida a bolsa fue anunciada a principios de este año, cuando el director de la subsidiaria, Marcos Martínez, dio los primeros detalles de la colocación. Entonces sostuvo que "cuando salgamos al mercado de México será porque haya buenas condiciones de mercado, porque seguramente seremos la colocación más grande en la historia de México", manifestó. El cumplimiento de las necesidades de provisiones le da cierta ventaja sobre sus competidores en el caso de que surja una opertunidad de compra en nuestro país, en pleno proceso de reestructuración del sector, al haber terminado su esfuerzo de saneamiento. Planes de autonomía La operación puesta en marcha forma parte no sólo del proceso de saneamiento del grupo en nuestro país, sino del plan a largo plazo iniciado para poner en valor las diferentes filiales y que cada una sean capaces de gestionar tanto el capital como la liquidez de manera autónoma. Esta iniciativa global comenzó hace varios años con la colocación de un 16 por ciento de Brasil, que a día de hoy se ha ampliado al 20 por ciento. El debut también responde a las peticiones que han ejercido en los últimos meses las autoridades mexicanas para fortalecer el mercado bursátil del país y potenciar la presencia en el mismo de entidades financieras. Ninguno de los tres bancos más grandes, que cuentan con casi el 70 por ciento de la cuota del sector, cotiza el parqué. La Comisión Nacional de Valores (CNBV), está negociando con la Asociación de Bancos de México y con las entidades de manera individual para cumplir con sus objetivos después de que el Gobierno haya tomado la decisión de obligar a las filiales de los grupos internacionales a que coticen. Su presidente Guillermo Babatz ha considerado en más de una ocasión que esta medida forma parte de la regulación internacional de Basilea III (que México quiere anticipar en su aplicación, prevista para 2019) y que es beneficiosa para el sistema financiero. "Que los bancos coticen en la Bolsa Mexicana de Valores es una medida de política pública que desde hace años persigue la autoridad", ha opinado. El Santander es el tercer banco más importante del estado centroamericano, con una porción de la tarta del negocio de en torno a un 16 por ciento. La filial aporta al grupo el 12 por ciento de los beneficios. En el primer semestre del año obtuvo unos resultados positivos de unos 587 millones de euros, casi tantos como Reino Unido o España. Se trata, por tanto, de la cuarta franquicia más relevante para la entidad que preside Emilio Botín. La mejoría de la economía mexicana ha permitido una rápida recuperación de los ingresos y de las ganancias. En doce meses, la concesión de hipotecas ha aumentado en su caso un 9,5 por ciento y los préstamos a pymes, más de un 68 por ciento, cifras que nada tienen que ver con España, donde la financiación tanto a particulares como a empresas medianas y pequeñas cae de media un 5 por ciento. Además, en México el Santander no tiene los problemas de morosidad que sufre en nuestro país. Las insolvencias apenas suponen el 1,6 por ciento de las inversiones. Crecimiento El Santander podría aprovechar parte del sobrante de los ingresos que obtenga en la salida a bolsa para impulsar su crecimiento en el mismo país. Ya lo hizo en Brasil, donde destinó parte de los recursos logrados en un proyecto de apertura de sucursales para ampliar su presencia en el territorio. La entidad considera que el entorno en México es el propicio para expandirse, gracias al crecimiento de la economía del país (con un alza del 4,6 por ciento de su PIB) y gracias a la existencia de un sistema financiero que "se mantiene sólido, líquido y con buenos indicadores de calidad de riesgo". "El entorno internacional no ha afectado negativamente a la actividad bancaria, que mantiene el dinamismo en el crecimiento de la actividad", señala el banco en su último informe. En el mismo sostiene que el país es una excepción en la mayor debilidad padece todavía el conjunto de Latinoamérica: la exportaciones. El crecimiento en la venta al exterior se debe a las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos.