"La peor coyuntura en el negocio de los biocombustibles en los últimos cinco años en EEUU y Europa". Así explicó ayer Manuel Sánchez, consejero delegado de Abengoa, la delicada situación por la que atraviesa su división de biofuel, que ha reducido su ebitda un 93 por ciento en el primer semestre del año, hasta 5 millones, y las ventas totales a 913 millones, un 7 por ciento menos. Para evitar males mayores sobre Abengoa, se ha parado la producción en dos factorías en EEUU y otra en Salamanca, que volverá a arrancar en unas semanas. El mal comportamiento del área de biofuel explica que las previsiones de crecimiento del ebitda para el conjunto de 2012 se hayan reducido a la mitad, desde un 18 a un 9 por ciento más, hasta 1.225 millones. La caída del ebitda total por esta división, unido al crecimiento de la deuda total en casi dos mil millones tras invertir 1.814 millones, ha situado el ratio de deuda consolidada respecto al ebitda en 6,2 veces. Las ventas totales crecieron un 17 por ciento, hasta 3.691 millones, el ebitda se incrementó a 563 millones, un 21 por ciento más, y el beneficio neto alcanzó 110 millones (8 por ciento más).