Geithner y Schäuble elogian los 'importantes' esfuerzos de España e ItaliaEl secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner, viajó ayer a Alemania para entrevistarse con algunos de los máximos responsables políticos que trazan los pasos a seguir en la eurozona. En concreto, visitó a primera hora de la tarde el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schäuble, en su destino vacacional, la isla de Sylt, en el mar del Norte, y por la noche despachó en Frácfort con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Dragui. El encuentro con Schäuble fue catalogado de "informal", y de "abierto intercambio de impresiones" por parte de los dos Gobiernos. Después de la hora larga que duró la reunión, los dos mandatarios hicieron público un comunicado conjunto en el que respaldaron de forma concreta las recientes palabras del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que señaló que la institución que representa está dispuesta a actuar enérgicamente en defensa de la moenda única. Además, pidieron la máxima cooperación internacional para conseguir que "las finanzas públicas sean de nuevo sostenibles, se reduzcan las desigualdades macroeconómicas globales y se consiga impulsar de nuevo el crecimiento". Los dos líderes también adoptan en el comunicado el "compromiso de seguir trabajando estrechamente con sus socios para conseguir la estabilidad de la economía a nivel europeo y mundial". Los dos titulares de Finanzas se mostraron optimistas en cuanto a los esfuerzos y reformas llevados a cabo por los diferentes Estados para salvar el euro, así como a los nuevos avances en dirección a la integración. En concreto, se felicitaron por los logros de Irlanda, que consiguió colocar bonos a largo plazo la semana pasada, o de Portugal, del que señalaron que está cumpliendo el programa al que se comprometió. También hubo palabras para los "importantes esfuerzos" de España e Italia, que según los mandatarios "ambicionan amplias reformas fiscales y estructurales". Sin señales para Grecia En ningún momento se cita en el comunicado conjunto a Grecia, alimentando los rumores que durante esta semana han aparecido al menos en la prensa alemana, asegurando que Alemania planea para el mes de septiembre la salida del país heleno de la zona euro. No es la primera vez que desde la Casa Blanca se intenta presionar a los que tienen poder en la eurozona para hacer algo más para resolver la crisis del euro. Todo parece indicar así, que la intención de Geihtner, que fue el ideólogo de la visita de ayer, era convencer - o cuanto menos insistir- a los responsables de la política económica europea de la necesidad de tomar decisiones definitivas que consigan frenar de una vez por todas el espiral de la crisis de la eurozona. Una crisis que se hace notar también en Estados Unidos, donde en pocos meses el presidente Obama optará a su reelección en unas elecciones que se prevén bastante disputadas. En este sentido, una situación económica crítica en parte derivada de la crisis del euro no es la mejor ayuda para el actual inquilino de la Casa Blanca. No son, sin embargo, los únicos actores externos que en estos días están criticando a Alemania una actitud demasiado intransigente en la gestión de la crisis. Ayer mismo, el periódico alemán Bild, publicaba un artículo del ex primer ministro británico Tony Blair, quien aseguraba que los alemanes no tienen otro camino que rescatar el euro. El exmandatario asegura en su texto que "las acciones hechas hasta ahora no son suficientes", y que Berlín tiene que hacer más concesiones. En la misma línea se mueve el jefe del Eurogrupo Jean Claude Juncker, quien alertó en el rotativo Suddeutsche Zeitung de la posibilidad de la desintegración de la unión monetaria, y pidió decisiones rápidas. La canciller Angela Merkel continúa de vacaciones, y lo mismo hacía su ministro de finanzas antes de ser interrumpido por su homólogo estadounidense. Pero ayer el portavoz del gobierno alemán, Georg Streiter, reiteró que "la posición del gobierno alemán frente a los eurobonos no ha cambiado". Sin embargo, la portavoz del Ministerio de Finanzas, Marianne Koethé, dijo que lo que sí está permitido por los reglamentos es la posibilidad de compra de deuda soberana por parte del Banco Central Europeo en el mercado secundario, una posibilidad cada día más real a pesar de las reticencias iniciales mostradas por Alemania.