Los empresarios se quedan sin margen: los expertos advierten que el alza del IVA irá al consumidor"Dije que bajaría los impuestos y los estoy subiendo, pero han cambiado las circunstancias". Es el resumen de la justificación presidencial al alza impositiva, fundamentada en el IVA, con la que pretende apuntalar la recaudación. No en vano, la debilidad de los ingresos amenaza la reconducción del déficit público y el rescate a la banca española liberado por el Eurogrupo fuerza a adoptar a la mayor brevedad las recomendaciones de Bruselas. Así pues, con esa frase explicó ayer Rajoy la enmienda a sus promesas electorales sobre una fiscalidad más baja, y el mordisco que supondrán las medidas para los bolsillos de los españoles. Sube la imposición indirecta -el IVA, el tabaco, los impuestos especiales, la tributación medioambiental- y el año próximo se eliminará otra vez la resucitada deducción por vivienda. Además, el Gobierno trabaja en un nuevo esquema de fiscalidad energética. El paquete tributario que aprueba mañana el Consejo de Ministros también incluye una reducción de la fiscalidad sobre el trabajo: se bajará un punto a las cotizaciones sociales en 2013 y otro en 2014. Por lo pronto, la subida del IVA que el ministro de Economía emplazó para 2013 se adelanta a este año, como adelantó elEconomista. Afectará tanto al tipo general, que pasa del 18 al 21 por ciento, como al reducido, que sube del 8 al 10 por ciento. Los expertos consultados por este diario califican como muy fuerte este aumento. En concreto, el profesor Miguel Pérez de Ayala reconoce que tiene más virtualidad para elevar la recaudación que la aprobada por el Gobierno socialista, pues esta sube tres puntos el tipo general y dos el reducido, con lo que afecta a más bienes y concreta el mayor riesgo en el temido efecto contractivo sobre el consumo que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, oponía como argumento a los miembros del Ejecutivo partidarios del alza. No se reparte el impacto Pérez de Ayala indica otro factor diferencial respecto al alza del IVA que aprobó el Gobierno de Zapatero. Entonces los empresarios tenían más margen para no repercutir todo el menoscabo al precio, cosa que no sucede ahora, con sus cuentas de resultados minadas por la crisis, lo que derivará la carga del aumento en el bolsillo del consumidor. En este sentido, el presidente de la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf), Antonio Durán-Sindreu, estima que las pymes sí que podrían aplacar la transmisión del alza en los precios, algo que, a su juicio, "no es previsible que esto ocurra en consumos básicos como agua, luz, gas o teléfono". Las razones del Ejecutivo En línea con las recomendaciones de la UE, el Gobierno busca compensar el alza del IVA con la merma de cotizaciones, de modo que el impacto combinado se compense. Y ha optado finalmente por la subida debido a que los tipos impositivos del IVA en España se encontraban muy por debajo de los de nuestros socios europeos, contando además con un mayor peso de gravámenes a tipos reducidos y superreducidos, amén de registrarse en nuestro país una caída de la recaudación por IVA superior a la acusada en el PIB. La decisión involucra más a España en el proceso de armonización fiscal necesario para la mayor cohesión de la UE y conjura los riesgos de que la recaudación merme aún más, en pleno declive de la actividad. Como contrapartida a la dolorosa alza del IVA, el Gobierno se compromete a redoblar la lucha contra el fraude en esta figura, con el fin de la frase ¿con o sin IVA? como estandarte. El turismo, único sector que brilla en los nubarrones de la crisis, fue uno de los escollos del Gobierno para optar finalmente por el alza. El Ejecutivo sostiene que lo ha tenido en cuenta para que no sea dañado especialmente, pero desde CiU se pide al Gobierno que retrase a 2013 las alzas de esta figura que puedan afectar a nuestro sector estrella. El Ejecutivo trabaja en un nuevo esquema fiscal energético para enjugar el déficit tarifario, que ya supera los 25.000 millones. El ministro del ramo avanzó ayer que se fijará un gravamen para las fuentes de generación, ya sean renovables, no renovables o convencionales, y fijará, adicionalmente, una tasa a la generación de energía nuclear e hidráulica. También está previsto que los carburantes sean gravados con el céntimo verde, para contribuir a la financiación de las renovables. Rechazo e incertidumbre Varios expertos y consultores de diversos ámbitos trasladaron ayer a elEconomista la incertidumbre y preocupación causados, especialmente, por el anuncio del incremento de los tipos general y reducido del IVA y la pronta supresión de la deducción por adquisición de vivienda en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Desde el sector del automóvil se calcula un alza media de 650 euros por vehículo a causa del repunte del IVA. La Organización de Consumidores y Usuarios calcula una repercusión media de 415 euros por familia al año como consecuencia del alza del gravamen, mientras que la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios la estima en 600 euros anuales. Desde la Aedaf se denuncia que el aumento fiscal afectará en mayor medida a las clases medias, siendo socialmente regresivo. Además, la asociación destaca que penalizará el consumo. También han trasladado a este diario la incertidumbre los empresarios que ven difícil implementar los cambios en sus sistemas de facturación con una subida fiscal que se aplicará nada más ser anunciada. La patronal CEOE optó ayer por ver la botella medio llena y valoró las bondades de la merma anunciada en las cotizaciones sociales -un punto en 2013 y otro en 2014- en aras de las competitividad y el empleo.