Podría refinanciar 12.600 millones de euros de deuda en torno a juliomadrid. "El sprint final puede durar meses. Estamos hablando de una marathon, no de una carrera de cien metros". Esta metáfora fue elegida ayer por el director Financiero de Ferrovial, Nicolás Villén, para explicar el largo camino que todavía le queda por recorrer antes de ver cumplido su gran sueño del último año y medio: la mayor emisión de bonos de la historia realizada por una sociedad no financiera. Un reto acariciado desde el verano de 2006, cuando el grupo presidido por Rafael del Pino adquirió el primer operador de aeropuertos privados del mundo, BAA. Entonces, ya tenía claro cómo iba a hacer frente a semejante compra: con la venta de activos no estratégicos y el canje de 9.600 millones de libras de deuda (12.600 millones de euros) por bonos. Una hoja de ruta que se rompió el pasado verano, cuando la crisis subprime se llevó por delante el mercado de crédito. Desde entonces, Ferrovial ha preferido ser cauta y esperar a conocer el nuevo marco regulatorio de los aeropuertos de Londres -Heathrow, Gatwick y Stansted-, para rehacer los número y revivir la esperada emisión. Primero, porque estos aeródromos son la garantía que respaldará la emisión de bonos. Y, segundo, porque la principal tarta de ingresos de BAA dependerá del marco definitivo. En principio, éste se conocerá el próximo 11 de marzo. "A partir de ese momento, los procesos que nos quedarán, si todo lleva un proceso normal, deberían ser tres o cuatro meses", admite, con rostro de cautela, Villén. Este horizonte situaría en torno al mes de julio la emisión. Mil millones en dos meses Aunque el grupo tiene una plan B por si las condiciones del mercado desaconsejan la operación, su primer objetivo sigue siendo refinanciar toda la deuda con una titulación. Esta jugada, unida al nuevo marco regulatorio, determinará la capacidad de BAA para volar sola. Un objetivo ansiado por el presidente del grupo, Rafael del Pino: "si el regulador hace las cosas como debe, no debería ser necesario endeudar a Ferrovial para inyectar liquidez a BAA", dijo ayer, durante la presentación de resultados. Además, en marzo, prevé cerrar la venta de la filial inmobiliaria de BAA; y un mes después, de la cadena de tiendas World Duty Free. Dos operaciones que reportarán al grupo en torno a 1.000 millones. El operador de aeropuertos, a su vez, es el principal activo de Ferrovial y el trampolín que ha permitido disparar un 18,4 por ciento las ventas, hasta 14.630 millones; y un 31 por ciento el beneficio bruto operativo, hasta 3.044 millones. Además, el 64 por ciento de los ingresos procede ya del exterior. E irán a más, hasta el punto de que el consejero delegado, Joaquín Ayuso, estima que el próximo año la cartera de construcción internacional será superior a la doméstica. Todo un cambio de dimensión, ya que el negocio tradicional es el más difícil de exportar. En 2007, el 40 por ciento procedió del exterior. Sin embargo, el beneficio neto del grupo cayó un 48,5 por ciento, fundamentalmente, por el extraordinario de 873,4 millones que se anotó en 2006 por la venta de su división inmobiliaria a Habitat. Una operación que se ha vuelto en contra del grupo catalán, al que hoy se le acaba el plazo para firmar con los bancos una refinanciación del préstamo de 1.745 millones y evitar así la suspensión de pagos. Este negro horizonte no afectaría a Ferrovial, que ya ha provisionado 160 millones por el 20% que controla en la inmobiliaria. "Todo Habitat está provisionado. Si no se cobra nada, no tendrá impacto contable, y todo lo que se cobre, tendrá impacto positivo", dejó claro Rafael del Pino.