Ayer trascendió que habrá otra cumbre europea en julio para apuntalar los rescatesEl primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, propuso ayer que España e Italia emitan bonos garantizados con activos públicos, ingresos de impuestos o capital como medida a corto plazo con el objetivo de reducir sus elevados costes de financiación. Si los dos países aceptan esta opción, Finlandia permitiría que el fondo de rescate intervenga en el mercado primario de deuda para respaldar las emisiones. "Los Estados miembros vulnerables podrían emitir bonos garantizados para acceder a los mercados con tipos de interés más bajos", dijo Katainen en un comunicado. "Es lo que Finlandia hizo en una situación económica difícil en los años 90", explicó. El fondo de rescate sólo actuaría para comprar estos bonos si las emisiones no se cubren o si los tipos no bajan. "Esto, junto con políticas enérgicas por parte de los Estados miembros afectados, sería importante para garantizar la estabilidad de la eurozona", añadió. "Puede ser una solución que reduzca los tipos de interés de España e Italia, que están en una banda alta en estos momentos", dijo el ministro finlandés de Asuntos Europeos, Alexander Stubb. Finlandia pretende hacer propuestas "constructivas" para ayudar a españoles e italianos y no quiere aparecer retratado, junto con Alemania y Países Bajos, como el país del no, destacó. "La responsabilidad quedará en el Estado miembro, no hay mutualización de la deuda. Pero si hay problemas hay una posibilidad de respaldo europeo", dijo Stubb. Por su parte, Holanda está dispuesto a que el fondo de rescate pueda usarse con la máxima "flexibilidad" posible para ayudar a España e Italia, pero siempre con "condiciones", según indicaron fuentes holandesas. Nueva oportunidad Por otra parte, los jefes de Estado o de Gobierno de los veintisiete barajaban ayer noche celebrar una nueva cumbre en julio. La fecha que parecía más probable era el viernes 20 de julio. Y es que la cumbre de ayer tenía todos los visos de seguir los derroteros de la casi ya veintena de citas infructuosas al más alto nivel que han mantenido los líderes del Viejo continente desde que los problemas comenzaran a principios de 2010. De modo que parecía necesario que los dirigentes no se vayan de vacaciones en agosto sin antes apuntalar los rescates.