Envió una carta a Bruselas tres días antes de la petición de ayuda para reclamar al BCE que actuara"El crédito a la banca lo va a pagar la banca". De esta forma, cinco días después de la petición del rescate al sector, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, intentó ayer tranquilizar a los ciudadanos sobre sus consecuencias. Quiso dejar claro que la banca cargará con el coste del rescate, que a pie de calle no va a afectar la petición de la línea de crédito, eufemismo que ayer sostuvo el propio Rajoy y todos los ministros que fueron interpelados en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Nadie pronunció la palabra rescate, pese a que Rosa Díez (UPyD) entró en el juego de "repita conmigo... no le va a pasar nada: rescate". No es el único mensaje que Rajoy quiso lanzar en las Cortes tras desvelar la existencia de una carta que envió en solitario a los dos principales dirigentes comunitarios en la que reclamaba tres días antes del rescate al Banco Central Europeo (BCE) que actuara e inyectara liquidez a España, para evitar el mal mayor que, finalmente, aconteció. El jefe del Ejecutivo volvió a defender, sin embargo, que España debe celebrar la ayuda europea tras reconocer por primera vez que el país no podía asumir los 100.000 millones de euros que necesita la banca para sanearse. Además, Rajoy echó en cara al líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que el Gobierno tiene que hacer ahora una recapitalización que otros Ejecutivos europeos hicieron hace tres años. "En 2009, nosotros teníamos el mejor sistema financiero del mundo. Vamos con tres años de retraso", criticó como después hicieron también sus ministros. Rubalcaba llamó la atención sobre "la letra pequeña" del rescate, sobre las condiciones de Bruselas que pueden convertirse en obligaciones. "El diablo está en los detalles", alertó Rubalcaba. Esta condicionalidad -más allá de la bancaria- fue desmentida una vez más por el ministro de Economía, Luis de Guindos. Los socialistas advirtieron, además, de que tras la visita de Rubalcaba a Berlín, los alemanes están convencidos de que la mala gestión de Bankia fue el detonante que aceleró el rescate. El BCE, única esperanza Precisamente, en su respuesta a Rubalcaba, Rajoy avanzó que el pasado 6 de junio, tres días antes del rescate, envió una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Precisamente, este último recibió ayer una llamada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para hablar de la crisis de la eurozona y como parte de los preparativos del G-20 que se celebra los días 18 y 19 en México. En la misiva de Rajoy, el presidente del Gobierno realizaba un doble llamamiento a las instituciones europeas a corto y medio plazo tras advertir con solemnidad que "el euro está en riesgo" porque estamos en una situación cuyo desenlace es "impredecible". "El Consejo Europeo debe lanzar un mensaje nítido y decidido sobre la irrevocabilidad del euro y del mercado único", reclamó en líneas generales para advertir de que se podría llevar el euro "al límite". En el terreno particular, como urgente, Rajoy pedía entonces al Banco Central Europeo -citándolo no como en otras ocasiones en las que no lo hace directamente- que actuara ya, "con urgencia", para estabilizar los mercados financieros y para reducir las primas de riesgo. "La única institución que tiene hoy la capacidad para asegurar estas condiciones de estabilidad y liquidez que necesitamos es el BCE", reclamó en un recado directo a su presidente, Mario Draghi. A medio plazo, pero con un compromiso también urgente, Rajoy reclama que el decisivo Consejo Europeo de los próximos 28 y 29 de junio manifieste "su compromiso" con la unión fiscal y bancaria. "Es una oportunidad inaplazable", aseguró. "Hay que ponerse a trabajar para diseñar un plan, un calendario y unas condiciones", recalcó.