Navacel abrió las puertas de sus nuevas instalaciones de Erandio (Vizcaya) para mostrar la impresionante operación logística que va a suponer el traslado de ocho grandes anclas de succión destinadas para una planta de gas en Israel. Este pedido inició su singladura en enero de 2012 y su destino es una planta de regasificación marina, anclada a 10 kilómetros de la costa de Israel, que suministrará gas a la terminal de Gas Hadera (al norte de Tel Aviv). Seis de las anclas tienen 20 metros de longitud, con 9,5 metros de diámetro; mientras que las otras dos son de 14 metros. Estas anclas de succión (que como su propio nombre indica se agarran al fondo marino por succión, sujetarán, con ayuda de un entramado de cadenas, fabricadas por la firma vasca Vicinay, una gran boya que ayudará a la extracción de gas, que después será regasificado en busques gaseros. Para hacer frente a este pedido, Navacel incrementó su plantilla un 16 por ciento durante cinco meses, además de generar trabajo para otras 40 personas entre sus subcontratas. La disponibilidad de la nueva planta de Erandio, con grandes naves y muelle propio, ha sido determinante para poder hacer frente al pedido. Para la logística del trasvase de las grandes anclas Navacel necesitará casi una semana, dada la dimensión de las anclas. Se colocarán sobre una barcaza espacial, que no lleva propulsión, y que será remolcada por el mar mediante remolcadores de altura. La primera parte del trayecto, que se prolongará durante 28 días, cubrirá la distancia entre el Puerto de Bilbao y Chipre, para después seguir hasta su destino final.