Emplaza "la decisión" al examen de auditoras y FMI y defiende su plan "Respeto a todo el mundo, a quien ha hablado de 40.000 y 80.000 millones de euros [los que serán necesarios para recapitalizar el sector financiero español], pero si quiere saber pregúnteme a mí". De esta forma el presidente del Gobierno, evitaba ayer entrar en la guerra de cifras, a la vez que desautorizaba las voces internas en una jornada en la que, a primera hora, el secretario general del Partido Popular Europeo (PPE), Antonio López-Istúriz, cifraba entre 80.000 y 100.000 los millones de euros que necesita el sector para sanearse. Ahora bien, el mensaje de Rajoy ha cambiado en sólo 11 días. El pasado lunes, negó tajantemente que España necesitara un rescate de la banca. Ayer, evitó una negativa. Por el contrario, defendió fervientemente que "tiene un plan" y aseguró hasta en tres ocasiones que no tomará "una decisión" sobre si España tiene que pedir ayuda fuera para la banca hasta que se conozcan los resultados del examen a la banca del FMI -el lunes 11- y de las dos auditoras independientes -que se conocerán a final de mes-. A partir de ahí, el jefe del Ejecutivo insistió en que "entonces decidirá el procedimiento mejor para el interés general de todos los españoles". "Éste es un Gobierno determinado a hacer cuanto sea necesario y justo para salir de la crisis", aseguró tajante. Rajoy reclamó, en su comparecencia conjunta con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, que Europa tiene que seguir tomando decisiones "a corto, medio y largo plazo" para garantizar la estabilidad financiera y la eurozona. Recordó, además, que España no saneó su banca en 2008 y 2009 como otros gobiernos europeos y que estos salieron. "España saldrá", aseguró tras recordar que "estamos en un momento muy importante para la UE y para España". Simultáneamente en el Congreso, el ministro de Economía, Luis de Guindos, descartaba dar cifras y defendía "su hoja de ruta".