La cúpula directiva de Efe ha puesto sobre la mesa un plan de ajustes para garantizar la viabilidad económica de la agencia y dejar atrás las pérdidas de 8,6 millones de euros que acumula desde 2009. Uno de los ejes principales de este plan de acción es la reducción del 27,6 por ciento de los costes salariales de una plantilla que el expresidente, Álex Grijelmo, incrementó en un 35,9 por ciento en sólo cuatro años. La agencia, que presentó el martes la propuesta al Comité Intercentros, ha dado 15 días a la plantilla para que decida entre un ERE de 275 personas, el 21,6 por ciento de la plantilla de la empresa, o una rebaja salarial generalizada del 19 por ciento; o de empleo y sueldo de entre el 50 y el 25 por ciento y prejubilaciones. Las negociaciones oficiales tendrán una duración de seis días (hasta el 20 de junio) y las medidas se pondrán en marcha a partir del 1 de julio. La primera propuesta se aprovecharía de la reforma laboral para despedir al 21 por ciento de la plantilla con una indemnización de 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades, tal y como recoge la nueva ley en caso de empresas en pérdidas (Efe cerró 2011 con unos números rojos de 4,8 millones y, según los sindicatos, la agencia doblará las perdidas en 2012). La segunda propuesta, por la que se inclina más el nuevo presidente José Antonio Vera que quiere "salvar la empresa sin despidos", incluye prejubilaciones, bajas voluntarias, no renovación de puestos de trabajo temporales, sistema de recolocación y rebaja salarial generalizada del 19 por ciento. Según el plan de medidas que la empresa ha entregado al comité, los trabajadores que hayan cumplido 60 años antes del 1 de julio y lleven más de 15 años en la empresa tendrán que acogerse al plan de prejubilación, mientras que la medida será opcional para aquellos que tienen 64 años. En este sentido, los trabajadores de 57 años se comprometen a incluirse en este plan de prejubilación al cumplir los 60 años. Ligada a las prejubilaciones (que afectan inicialmente a unas 40 personas) la empresa habilita 85 plazas de trabajo que se compromete a ocupar de aquí a dos años con trabajadores que se den de baja. Para el resto de la plantilla tendrá una rebaja generalizada del 19 por ciento de su salario, que se suma a la rebaja del 4 por ciento aplicada el año pasado bajo la promesa de que no habría despidos. En este punto, tan sólo una parte de los trabajadores, señalados por la empresa, tendrán que asumir esta rebaja tal cual, ya que Efe ha abierto la posibilidad de que parte de la plantilla opte por un contrato parcial que reduzca su empleo y sueldo un 50 por ciento o un 25 por ciento. Si el trabajador no está dispuesto a aceptar ninguna de las opciones, Efe propone despidos voluntarios con 30 días de indemnización por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades. Las imprentas, un activo más que prescindible en los grupos editores Prisa ha dado el último paso para deshacerse de su negocio de impresión. El grupo ha vendido el 100 por ciento de la división de impresión comercial de Dédalo, en la que participaba junto Ibersuizas, al fondo de capital riesgo Sherpa Capital. Se trata de un grupo de impresión cuya producción comercial superó en 2011 los 750 millones de ejemplares impresos y los 70 millones de euros de facturación. Este ha sido uno de los últimos pasos que han dado los grupos editores en la línea de soltar activos que ya no son necesarios, como las imprentas. Con la llegada de internet y la mejora de las comunicaciones dejó de ser esencial tener los talleres en las instalaciones de los periódicos o cerca de las oficinas, como lo tenía el Día de Cuenca o el ABC y El País. Poco a poco, todos han ido externalizando el servicio.